María Pita enloqueció al frenético ritmo de la Blues Brothers Band

A. Gándara, H.J.P.

A CORUÑA

El mítico grupo norteamericano transportó al público asistente a la época dorada del «soul»

19 ago 2015 . Actualizado a las 12:53 h.

Y se hizo el blues. The Blues Brothers Original Band ofreció, ante una abarrotada plaza de María Pita, un concierto demoledor de casi dos horas en que repasaron una extensa lista de éxitos de la música popular estadounidense. Liderado por el legendario guitarrista Steve The Colonel Cropper, miembro del Rock & Roll Hall of Fame, y el incombustible saxofonista Lou Marini, el grupo demostró que la experiencia es un grado y no está reñida con la energía, que derrocharon durante todo el espectáculo mientras el público saltaba y bailaba. Se lo metieron en el bolsillo con la ayuda del fluido español del veterano Marini. En la plaza sonaron todos los clásicos indiscutibles que dieron lustre y nombre a la banda, y viceversa. Temas como Everybody Needs Somebody to Love o Soul Man, coreados al unísono por el heterogéneo público, o el popular Sweet Home Chicago, que galleguizaron y en el que la sección de viento sonó impecable, fueron lo más destacado de la noche, aunque el recital fue una sucesión de grandes momentos en que toda la formación fue protagonista. Y es que ese es uno de sus aciertos, conseguir un sonido compacto y no caer en las individualidades a pesar de contar con músicos de talla mundial. Y aunque no faltaron los solos de rigor, que en más de una ocasión dejaron con la boca abierta a los asistentes. Otro momento para el recuerdo lo protagonizó el guitarrista Francisco Simón, habitual en las bandas del Reverendo y al que invitaron a incorporarse al escenario.

Aretha Franklin, James Brown, Ray Charles o John Lee Hooker. Estos fueron algunos de los célebres nombres que participaron, junto a los Blues Brothers, en uno de los filmes (comedia musical) más conocidas de todos los tiempos y que catapultó al grupo a la fama. Por desgracia, ellos ya no están. Tampoco John Belushi, el carismático cómico que compartía con Dan Aykroyd el liderazgo fundacional de la banda -quedan eso sí, de aquellos viejos roqueros, Cropper y Marini, hoy más jóvenes que nunca-. Sin embargo, todos fueron convocados a través de su música en una noche en la que la plaza de María Pita pareció un Delorean en pleno viaje por el tiempo.