Las voces que acompañan al Local de Música, más fuertes y afinadas

carmen garcía de burgos PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

En apenas unos meses, el coro Vía Sete ha aumentado su repertorio de temas modernos y su profesionalización

24 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Tienen una comisión de trabajo de coreografías, sus peluqueros, sus propios asesores de vestuario y sus maquilladores. Cuentan con profesores de inglés que les enseñan a entender lo que dicen y a pronunciar sin demasiado acento del terruño. Reciben incluso nociones de actuación e interpretación. Con semejante despliegue de medios podría parecer que es un grupo artístico profesional, pero se trata del coro del Local de Música.

Lucas Rei, su director, asegura que su éxito se debe a que cubre una «necesidade que a xente tiña», pero lo cierto es que la evolución que ha sufrido la agrupación de aficionados pontevedreses en tan solo unos meses ha sido sorprendente. No solo ha pasado de ser un grupo heterogéneo con una afición común a convertirse en un conjunto con planes de futuro y propuestas concretas, sino que, además, ya tiene nombre. Quisieron convertirse en la plataforma que le falta a la estación de trenes, junto a cuyas vías se encuentran las instalaciones municipales. De ahí lo de Vía Sete.

Mostrar su arte

El objetivo, como el de cualquier agrupación artística, es claro: «Amosar a súa arte», explica Rei. Aunque ya han ofrecido sus primeros conciertos en solitario, aspiran a convertirse en un atractivo por sí mismos, e incluso en referente de la música coral moderna gallega. «En Galicia hai unha tradición coral moi grande, hai coros por todas partes. Cada parroquia ten un ou dous coros, o que pasa é que os que existen son dunha tradición moi determinada, e o modelo que seguen é practicamente o mesmo en todos», señala el director. «Coros coma este existen moi poucos, e é máis doado que se vexa nas cidades que nas vilas», añade.

La apuesta de Vía Sete es casi irrefutable: de los diez temas que tienen preparados, solo se atreven a desvelar por el momento cuatro, y no es fácil toparse con ninguno de ellos en las actuaciones de los coros tradicionales. Billy Jean, de Michael Jackson, es uno de los más conocidos, pero sin desmerecer otros grandes éxitos del rock y el pop de todos los tiempos, como Time, de Pink Floyd, y la Canción lóxica (Logical song), compuesta por Supertramp. Para salirse completamente del guión, la dirección y los integrantes de Vía Sete idearon un golpe maestro: la canción de despedida de la serie La bola del dragón. «É a nosa canción friki estrela», ríe Lucas Rei.

Escenografías

Para él, el secreto está en que, por el momento, «segue sendo e será algo afeccionado por moito nivel que haxa. Pode haber moitos niveis de calidade, e pode haber calidade a nivel profesional, pero todo o mundo segue estando aquí porque quere. Eu creo que un pouco o segredo está aí», asegura.

A pesar de la profesionalidad, la transformación está siendo visible: «Estamos avanzando a pasos de xigante a nivel de montaxe de temas e de innovación coas escenografías. Agora mesmso estamos montando ao ritmo dun tema semanal, e temos que incrementalo incluso máis. Temos aumentado as horas de ensaio, estudando máis na casa; hai unha involucración importante por parte da xente do coro por cuestións que non son estritamente musicais. Nótase que o grupo está avanzando moito máis en semanas que en meses dende que nos formamos. Cando rematemos o programa de televisión que estamos gravando estaremos nunha posición moito máis potente, máis sólida».

El inglés y la «independencia do oído» echan en falta más voces masculinas

La evolución de Vía Sete ha sido notable, y ello supone también un revulsivo para los propios coristas. María, una de las componentes desde el nacimiento del coro, asegura que «quizás lo de vernos ??crecer?? día a día es lo mejor. Y a todos nos gusta cantar y lo disfrutamos». También la selección de temas motiva a los alumnos: «Nos gustan las canciones que eligen porque son muy diversas: Supertramp, swing, Michael Jackson», y otras por desvelar.

Lucas Rei recibe sugerencias, pero es el arreglista y posiblemente uno de los miembros con mayor cultura musical. Los coristas de edades intermedias conocían casi todas las canciones con anterioridad, pero siempre hay alguna que les sorprende. «Hay algún tema de gospel que yo no conocía», admite María.

Los puntos fuertes del coro del Local de Música están claros. Pero, ¿y los débiles?. «Temos tamén unha comisión de traballo de inglés, porque temos varias mestras de inglés e traductoras no coro -señala Rei-. É un aspecto a traballar, pero tampouco está tan mal. Ás veces hai que ser consciente de que non hai que pronunciar o erre ou o g».

Melodías complejas

Su principal reto, sin embargo, es puramente melódico. «O que máis nos custa posiblemente é chegar a executar ben arranxos que son un pouco máis complexos. Funcionamos moi ben con armonías máis sinxelas, e cústannos máis as máis complexas, porque cada liña vogal, cada voz, cada corda do coro, é un mundo, e moitas veces o que ti tes que estudar individualmente non ten ningún sentido musical, pero unha vez que o escoitas en conxunto toma sentido». Esa «independencia de oído» es lo que más les cuesta. «O bo? -se pregunta-. Que, se podemos traballar cousas sinxelas, é porque hai marxe de mellora para cousas máis complexas. Nese sentido temos visto unha evolución de exercicios que antes non saían e agora si. E vexo que o oído vai tomando forma, que se van podendo facer cousas cada vez máis elaboradas».

Pero carencias reales, Vía Sete solo tiene una: «Temos unha proporción de oito homes para vinte e pico mulleres». Y eso en un coro cuya edad media ronda los 27 o 28 años, lo que significa que entre las voces que dan sonido a éxitos de todos los tiempo y estilos algunas llevan 45 años vibrando y otras, solo 18.