El barrio más joven de A Coruña celebra sus fiestas con un festival de rock
28 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.«Mira, tengo 44 años y creo que soy el más viejo de aquí». Lo dice Javier Capelán, vecino de Novo Mesoiro y coorganizador del Novomesoifest. Sus palabras explican mejor que nada por qué en su barrio se celebran tres días de fiesta con un festival de rock, algo totalmente insólito. «Lo pedía la gente -subraya Nilo Moreno, presidente de la asociación de vecinos-. Lo de la verbena esta bien, pero el poder ver a grupos del barrio en directo es un aliciente increíble».
Sí, en Novo Mesoiro descansan muchas guitarras eléctricas. Algunas tan ilustres como la de Óscar Rosende, líder de Brothers in Band. «Puedo bajar en zapatillas a tocar», dice riéndose. Asegura que su banda cobrará menos. «Vivo aquí desde hace cinco años y para mí es muy especial, ¿qué mejor que tocar en tu propio barrio?». Lo harán el sábado por la noche junto a Solos y Pikallo Is Band. Mañana será el turno de Alba Rusa, 1996, Os Diplomáticos de Monte Alto y O? Funkillo, una banda andaluza que a este ritmo va a terminar por domiciliarse aquí.
«Los traemos porque estaban en el Bipolar Fest pero, al llover, no pudieron tocar y había muchas ganas de verlo. El resto es toda gente de aquí», apunta Jacobo Paz, que además de regentar un negocio de hostelería en el barrio impulsa el evento. «Llevamos ya dos años. Este festival es heredero del Mesoirock», apunta. Habían empezado fuerte: en el 2010 por allí pasó Blaze Bailey, excantante de Iron Maiden.
El año pasado asistieron unas 10.000 personas a las fiestas. Este esperan aún más. No solo habrá las sesiones nocturnas. El rock también aparecerá el sábado en la sesión vermú. «Vienen Los Claretes, que son los que están arrasando en todas partes y va a estar muy bien», subraya Capelán, que está convencido que el futuro pasa por estos movimientos: «Hay que cambiar el modelo de fiestas, eso está clarísimo». ¿Lo secundarán luego otras zonas» «Seguro que sí», dice Roberto Pérez, vocal de la asociación vecinal.
Por ahora son ellos los que demuestran que Novo Mesoiro es un sitio distinto. «Totalmente», secunda Campelo ante el asentimiento de sus compañeros. Se trata del mismo orgullo de barrio de Monte Alto, los Castros o Labañou, pero adaptado a los tiempos y a las circunstancias. «Aquí mandan los niños», apunta Moreno que recuerda que habrá fiesta de la espuma y otras cosas. Habrá que pensar en rock para niños: «Para el futuro», se ríe.