Treinta años del BMW M3

MOTOR ON

Alex Aguilar

Aprovechando el treinta aniversario del M, la berlina deportiva más radical del mercado en estas décadas, podemos ver hacia dónde evoluciona el automóvil, en aspectos como ligereza, autonomía, conectividad y mejora de emisiones

14 dic 2015 . Actualizado a las 11:45 h.

Cuando en 1985 apareció el primer M3 la electrónica todavía era incipiente en el mundo del automóvil y el antibloqueo de frenos ABS era uno de sus logros más avanzados. No había nada de los controles de estabilidad actuales y mucho menos de los automatismos que hoy en día ya se aplican al automóvil.

En aquella época comenzaban también a instalarse los catalizadores para evitar la emisión de gases, pero de forma más relajada a las actuales normativas europeas que limitan las emisiones. Precisamente el downsizing, la tendencia a hacer motores más pequeños pero más eficaces, también está presente en el M3 actual, de 2.979 cc., gracias al empleo de turbocompresor, frente a los 3.999 de la generación anterior.

En todos estos años hemos comprobado la mejora aerodinámica del M3, visualmente  escenificada en los dos frontales de 1985 y 2015. Esos mismos frontales que nos indican que las luces halógenas pasarán pronto a la historia en favor de la tecnología LED o las luces láser. También supone un hito la rebaja de peso. A pesar del superior equipamiento, el M3 actual pesa 85 kilos menos que la versión del año 2007.

Con todo, lo que más cambia en los últimos diez años es el equipamiento del coche, con innumerables sistemas de seguridad como los que permiten reconocer obstáculos y frenar ante ellos, sin que el conductor intervenga, como primer paso hacia el coche autónomo. Esto ha hecho que  en los interiores manden las grandes pantallas manejadas desde mandos giratorios. El coche autónomo, que ya se visualiza en el futuro próximo, llevará también a cambiar la tendencia de las cajas de cambio, a favor de las automáticas, imprescindibles para este tipo de coches.