Citroen Cactus: Un lujo en el prêt à porter

MOTOR ON

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Del mismo modo que Amancio Ortega democratizó el mundo de la moda con su imperio Inditex, Citroën ha conseguido que por un precio de utilitario se pueda conducir un coche a la última. La filosofía del Cactus es clara: en lo útil no escatima y se prescinde de lo superfluo. Por eso el público joven lo adora. Su precio, desde 12.900 euros 

21 jun 2015 . Actualizado a las 09:36 h.

En los últimos años se está produciendo un fenómeno curioso en el mundo del automóvil: mientras sellos de rancio abolengo como BMW, Mercedes o Audi han tenido que acercarse en sus gamas más sencillas a los precios de las firmas generalistas ?con el consiguiente riesgo de perder ese aura de marca de lujo? las que se encontraban en un escalón inferior del prestigio han conseguido acariciar el hall del segmento Premium. Un caso claro es el de Citroën, con su coqueta división DS, y desde luego con este Cactus que, sin duda, es una alternativa ventajosa (por precio, equipamiento y prestaciones) a modelos de aire similar como el Mini, por poner un ejemplo de coche deseado por quienes ven en el automóvil un accesorio de moda. El coche, aparte de su originalidad evidente, se suma además a la tendencia vintage de recuperar ciertas esencias del pasado como valor añadido en su diseño: igual que VW hizo con el Escarabajo o Fiat con el 500, el Cactus rinde homenaje al mítico 2CV no solo con algunos colores de su gama que nos transportan a otros tiempos, sino también con detalles como su zona frontal, un claro guiño a aquel utilitario de los sesenta y setenta.

La fórmula ha tenido éxito: las cifras de ventas están ahí: Citroën ha fabricado ya más de 80.000 unidades de este modelo en su planta madrileña. Y su target de clientela, clarísimo, como demuestra que hace unos meses recibió el premio Coche del Año de la revista femenina Elle. A los mandos de un Cactus de 82 caballos de gasolina hemos podido valorar el rendimiento y equipamiento de este coche pequeño por fuera pero amplio por dentro, muy luminoso en su interior y sumamente agradable a la vista se mire por donde se mire, aunque  su exterior, como muestran las fotos que acompañan a este reportaje, solo enamore a quienes realmente quieran un modelo de diseño exclusivo que no deje indiferente a quien se lo cruza.

A los mandos de este Cactus, lo primero que llama la atención es la amplitud de la zona de conducción, que se consigue gracias a dos soluciones innovadoras: la colocación del airbag del pasajero en el techo, lo que deja más espacio a las piernas del acompañante y a la guantera, y los asientos tipo sofá. El objetivo de los diseñadores era eliminar elementos superfluos y satisfacer las necesidades tecnológicas actuales, como hacen los hoteles de última generación, que pusieron el wifi gratis y quitaron el cestillo de jabones. En general, este coche con dos pantallas multimedia tipo tablet, huye de lo superfluo y apuesta por lo práctico, dentro de lo que por este concepto puede entenderse entre el público joven al que va dirigido. Habrá clientes que prefieran el símil madera, pero este no es su coche.  Ya rodando, tira bien con estos 82 caballos. No es un deportivo, pero si te despistas el radar se puede dar un festín si no estás atento al velocímetro