La prueba: Triumph Tiger Explorer, un tres cilindros portentoso

MOTOR ON

a

Con 137 caballos, la trail de alta cilindrada de la marca británica destaca por un motor  contundente y su completo equipamiento, que incluye ABS, control de tracción de dos etapas y control de velocidad de crucero

25 may 2015 . Actualizado a las 19:45 h.

La Tiger Explorer compite en uno de los segmentos más duros de las dos ruedas, con rivales como la BMW R 1200 GS ?la gran superventas?, la KTM 1190 Adventure o la veterana pero siempre efectiva Yamaha Super Ténéré, por no hablar de otras representantes italianas (Ducati Multistrada, Aprilia Caponord, Moto Guzzi Stelvio) y japonesas (Honda Crosstourer). Triumph ofrece un modelo en el que su argumento más contundente es su motor tricilíndrico, de 1.215 centímetros cúbicos y 137 caballos, doce más que la alemana (aunque esta última pesa algunos kilos menos). La fuerza de aceleración es inmediata y consistente desde abajo: el par máximo de 121 Nm lo alcanza a solo 6.400 revoluciones, lo que ya da una idea de qué ocurre en cuanto se acaricia el puño.

Estéticamente es más voluminosa que su hermana pequeña, la Tiger 800 ?con la que comparte muchos elementos, como el cuadro o los faros?, pero la combinación del formato trail, deportividad e imagen agresiva y a la vez elegante está muy conseguida. El basculante monobrazo deja completamente a la vista la llanta trasera, un detalle muy bonito, y la calidad de acabados es la que se espera de una marca premium.

En parado, lógicamente, cuesta más moverla que la 800, aunque con su asiento en la posición más baja (se puede regular, al igual que la cúpula) se llega perfectamente al suelo. Pero en marcha la Tiger Explorer se transforma y se vuelve más ágil a medida que aumenta la velocidad. El aplomo está fuera de toda duda y el paso por curva permite tumbadas y levantadas con mucha mayor rapidez de lo que a priori uno espera. El ancho manillar y el bastidor de acero especialmente rígido contribuyen a ello. Las suspensiones (horquilla delantera de 46 mm y monoamortiguador trasero, completamente ajustables) tienen un buen compromiso entre dureza y comodidad. Para redondear el conjunto, los frenos actúan de manera notable: el conjunto de discos delanteros de 305 mm con pinzas Nissin de cuatro pistones es muy superior al que equipa la la Tiger 800.

Con ABS y TC desconectables, control de velocidad de crucero y cardan (evita el mantenimiento de la cadena), la única  pega que se le puede poner es un cambio algo ruidoso.