Salón de Shanghai: adiós a las azafatas provocativas

J.F.

MOTOR ON

JOHANNES EISELE

Los organizadores del Salón del Automóvil de Shanghai han prohibido la presencia de modelos escandalosas, porque habían detectado un aumento de la «vulgaridad» en la forma de vestir de las azafatas

21 abr 2015 . Actualizado a las 10:52 h.

Los organizadores del Salón de Shanghái han advertido de que no habrá niños ni azafatas provocativas en la muestra: a comienzos de año, el Gobierno chino envío un comunicado en el que advertía de un aumento de la vulgaridad y, por tanto, prohibía a los participantes la presencia de show-girls. En el anterior Salón de Pekín, las autoridades multaron a los organizadores por el abuso, según estas, de la imagen de la mujer como reclamo. Eso sí, en Shanghai estarán permitidas aquellas asistentes de ventas que vayan «bien vestidas». Recientemente, el Mundial de Resistencia decía adiós a las paddock-girls, así que parece que esta medida empieza a generalizarse, aunque en el último Salón de Nueva York, por ejemplo, uno de los grandes atractivos para los visitantes, aparte de los coches, fue el desfile de chicas ligeras de ropa para dar mayor colorido al certamen. En cuanto a prohibir la entrada a los niños, se trata de una cuestión de seguridad, aspecto al que aseguran estar prestando mucha más atención. El Salón de Shanghai abrió ayer sus puertas para la prensa y bajará el telón el día 29 de abril.

Junto a las presentaciones mundiales y un énfasis en los todoterrenos y los coches eléctricos e híbridos, esta edición está marcada por ser la primera en que los expositores tienen prohibido exhibir modelos junto a sus vehículos, pues las autoridades censoras chinas quieren evitar el revuelo, en la feria y en internet, que su presencia solía causar. El hecho de que el salón se organice en el mayor mercado mundial del sector, que sigue creciendo a pesar de la ralentización de la economía nacional, junto con la apuesta china por los vehículos cada vez más ecológicos, están acabando de convertir a Shanghái en un referente mundial.

«El Salón del Automóvil de China ya es el más importante del mundo ahora mismo, y lo digo de manera enfática: el más importante del mundo», aseguró Phil Murtaugh, presidente ejecutivo de la firma china Qoros, y antiguo artífice del exitoso posicionamiento de General Motors en China (que encabezó de 1996 a 2005). Para Murtaugh, uno de los directivos del sector que mejor conoce la industria automovilística en el gigante asiático, «este es el único salón en todo el mundo en el que todos y cada uno de los fabricantes de todo el planeta están presentes». Necesitada de más espacio, la feria llega este año al flamante Centro Nacional de Exhibiciones y Convenciones de Shanghái, uno de los complejos de este tipo más grandes del mundo, que alberga a su primer gran evento mundial, y que aún así está casi totalmente lleno.

El nuevo recinto tiene más de 350.000 metros cuadrados (frente a los 280.000 de Auto Shanghai 2013) y acoge a más de 2.000 firmas expositoras (entre fabricantes de vehículos y de componentes), con la cobertura esperada de más de 10.000 periodistas y la presentación de numerosas novedades a nivel mundial o nacional. Las novedades, como el Ford Taurus, son prueba de que Shanghái, con su influencia para el mercado asiático y como escenario planetario, empieza a pesar tanto en la balanza de cada vez más fabricantes como los salones de Detroit, Fráncfort o Ginebra. De ellos, 16 son nuevos modelos de todoterreno (como el Dongfeng AX3 o Haval H6 Coupé), el segmento cuyas ventas más rápidamente crecen actualmente en China: un 48,8 por ciento interanual en el primer trimestre de 2015, según la Asociación de Fabricantes de Automóviles de China (CAAM). También como respuesta a la grave contaminación de muchas ciudades chinas, los coches de nuevas energías (eléctricos e híbridos) son un año más la otra gran baza de este salón. En un futuro muy próximo «las palabras clave serán motores alternativos, conducción autónoma e interconexión (por internet) de los coches», vaticinó ayer, en un encuentro con varios periodistas, el presidente del grupo Volkswagen en China, Jochem Heizmann. Sobre todo en ese mercado, aseguró, acabarán tomando «más importancia que en cualquier otra región», y de manera más rápida en China que en Europa, y prueba de ello es el elevado número de prototipos híbridos y eléctricos en los pabellones de marcas chinas