Un nieto de Fidel Castro, en el desfile de Chanel en La Habana

Agencias / La Voz LA HABANA

SOCIEDAD

La presentación de la marca francesa en Cuba contó con la presencia de Tony Castro, de 19 años

05 may 2016 . Actualizado a las 02:49 h.

Antonio Castro Ulloa, más conocido por Tony, aspira a convertirse en modelo de éxito. Tiene 19 años, buena planta y una carrera prometedora en la que quiere progresar sin valerse de un apellido que delata al joven cubano. Es el nieto de Fidel Castro, hijo de Antonio Castro y Lissete Ulloa, que el martes acudió al desfile en las calles de La Habana realizado por la casa de moda francesa Chanel, primera gran marca en enviar modelos para una pasarela en la isla.

En el pasado, el joven Castro ya posó para el fotógrafo Brian Canelles, de Easy Photography, en una serie donde aparece con el modelo y bloguero cubano Miguel Leyva. En su página de Facebook, no actualizada desde julio del 2015, el nieto de Fidel Castro aparece en una imagen con la torre Eiffel de fondo. «Es un orgullo para todos los cubanos que un gran evento como este se realice aquí», dijo Tony Castro. Algunos medios afirmaron que el joven desfiló para Chanel, pero otros señalan que solo presenció el acontecimiento. Entre los espectadores también estaban la actriz Tilda Swinton y la modelo Gisele Bundchen.

El alemán Karl Lagerfeld, dijo, por su parte, que su última colección, Cruise, está inspirada en la «riqueza cultural y la apertura de Cuba».
Durante una presentación de 25 minutos con música cubana de fondo, los modelos desfilaron por una sección de 160 metros del Paseo del Prado, un frondoso sitio con bancos de mármol, farolas ornamentales y tradicionales leones de bronce que conducen a la orilla del mar Caribe.

Algunos cubanos criticaron el hecho de que Chanel, la segunda marca de lujo más grande detrás de Louis Vuitton, haya elegido mostrar su nueva línea en un país carente de opulencia material.

Las mercancías de la casa de modas no se venden en Cuba y la mayoría de personas no puede ni siquiera soñar con adquirir un pequeño bolso que cuesta miles de dólares. Alrededor de un 70 % de los trabajadores de la isla están empleados por el Estado, con un salario promedio de 25 dólares al mes.

Sin embargo, otros han defendido el desfile. «El hecho de que no me pueda permitir eso, no significa que quiero negar a otros ese lujo. Y ¿quién sabe?, tal vez un día. Es importante para soñar», dijo Marilia Véliz, una contable. El desfile, en todo caso, es la última muestra de las transformaciones que está experimentando Cuba ante los ojos del mundo.