Seis décadas dando forma al metal

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL / LA VOZ

MERCADOS

Talleres Metálicos Galicia surgió en 1958 como un pequeño taller de cerrajería; desde Narón atiende hoy a sectores tan diversos como el naval o la energía y exporta a varios países

07 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hoy cuenta con unas amplias y modernas instalaciones en el polígono naronés de Río do Pozo, pero el germen de Talleres Mecánicos Galicia fue mucho más modesto. Arrancó en junio de 1958 como taller de cerrajería en una de las principales vías vertebradoras de Ferrol, la carretera de Castilla. Fue entonces cuando Manuel Derungs, maestro de los Arsenales Militares, comenzó a fabricar en un bajo de 200 metros cuadrados piezas para este recinto castrense. Inicialmente con tres trabajadores, un pedido para producir las literas y las taquillas para el cuartel de instrucción impulsa el primer gran avance de la empresa, que poco después comenzó a trabajar para Astano, astillero para el que elaboró puertas estancas y escotillas, entre otros.

El año 1964 marca el primer gran punto de inflexión, con el traslado de la firma a una pequeña nave en la frontera entre Ferrol y Narón, desde donde continuó creciendo en número de empleados y siguió sumando clientes, entre ellos Bazán y Endesa. Desde sus comienzos, Talleres Mecánicos Galicia lleva la diversificación en la esencia de su actividad, ocupándose de toda la cadena productiva de la calderería y el mecanizado de piezas, y haciendo de la versatilidad una seña de identidad. Así, fabrica desde grandes componentes para los astilleros hasta sencillos pasamanos para escaleras.

Con la crisis del naval, en los ochenta, la firma se ve obligada a buscar nuevos segmentos de negocio y también nuevos clientes, y es entonces cuando comienza a fabricar estructuras metálicas para viviendas, puentes elevados y estaciones de tren, y lleva a cabo fundiciones para obras artísticas.

En el año 2000, Talleres Mecánicos Galicia da el salto cualitativo, realiza una gran inversión y se asienta en sus naves actuales de 4.000 metros cuadrados del polígono de Río do Pozo, inauguradas un año después.

Al calor del naval

La empresa, que hoy cuenta con una plantilla formada por 58 trabajadores, ha tenido a los dos astilleros de la ría como principales motores de su crecimiento, adaptándose a los requerimientos que le han ido planteando. Puertas, escotillas, escaleras, pañoles y todo tipo de piezas son algunos de los componentes que salen habitualmente de las instalaciones de Talleres Mecánicos Galicia, que además acumula trece años de experiencia exportadora, con envíos para la alemana Krupp, las inglesas AGI y Darchem y el astillero australiano ASC, de Adelaida, en donde Navantia gestiona la construcción de los nuevos destructores para su Armada.

Desde el 2015, la empresa se ha adentrado en el segmento de la eólica marina, realizando diversos encargos para Nervión, principal subcontratista de Navantia en este mercado. «Hemos tenido que realizar un gran esfuerzo en prepararnos en procesos de trabajo y procedimientos de soldadura, además de la formación de la plantilla de la empresa. Pasamos de tener 11 procedimientos de soldadura a 41, de los cuales la mayor parte de ellos han sido para esos proyectos», explica Roberto Derungs, hijo del fundador y administrador de la compañía.

Proyectos de I+D+i

La innovación es otra de las cuestiones de las que no se olvida la compañía. «Tenemos unas instalaciones y maquinaria muy apreciadas para las ingenierías, pues para sus nuevos prototipos nosotros podemos fabricar las piezas de calderería y de mecanizado, y realizar el montaje de las mismas, saliendo el prototipo listo», afirma Roberto Derungs.

La apuesta por la formación también es seña de identidad de la sociedad, que debido al carácter de maestro de su fundador, siempre ha dado la oportunidad a los aprendices de desarrollar su vida laboral en la empresa.