La hipoteca, ¿fija o variable?

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

juan salgado

La banca potencia los préstamos sin revisión, que le garantizan un margen de beneficio a corto plazo a cambio de dar seguridad al cliente

23 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Estamos en el mejor momento de la historia para contratar una hipoteca a tipo fijo». La opinión, de Pau Montserrat, economista de iAhorro.com, no es aislada. La lección de la crisis y las dudas sobre el escenario futuro hacen que cada vez más españoles opten por los préstamos sin revisión cuando tienen que adquirir su vivienda, garantizándose que la cuota permanecerá invariable durante toda la vida del crédito.

Esa seguridad es el principal reclamo con el que la banca está consiguiendo atraer a los clientes a un producto que hasta hace apenas un año y medio era residual, pero que ahora ya supone más de un tercio de todas las hipotecas que se firman en España. En enero, según el último dato ofrecido por el Instituto Nacional de Estadística, el 36,8 % de los préstamos constituidos para adquirir una vivienda se suscribieron a tipo fijo. En el mismo mes del 2015, suponían solo un 6 %.

De hecho, el Banco de España destacaba hace unos días que las hipotecas variables tradicionales, las que se revisan al menos una vez al año, han pasado de representar entre el 80 y el 90 % en el 2010 a apenas un 50 % en la actualidad. La otra mitad ya son fijas o mixtas. Eso sí, recuerda el regulador que, si se analiza la cartera total de préstamos, casi el 97 % del total son aún de interés variable.

Para el banco, la oportunidad de los préstamos a tipo fijo es clara. Con el euríbor encadenando 14 meses en tasas negativas (cerró marzo en el -0,11 %) y el chorro de dinero barato que ofrece el BCE, estas hipotecas ofrecen a las entidades financieras una garantía de rentabilidad a corto plazo. No solo eso, sino que reducen el riesgo de morosidad en el futuro, ya que se anula el impacto de posibles subidas de tipos.

Pero, ¿qué tiene que analizar el cliente para decantarse por un producto u otro? Juan Villén, responsable de Idealista Hipotecas, apunta dos claves: «Una es el plazo en el que se prevé amortizar el préstamo. Si vas a acabar pagándolo en diez años [por amortizaciones anticipadas o porque no se descarte vender la vivienda y saldar el crédito], recomendamos un tipo variable, porque por las medidas que está aplicando el BCE tendremos tipos bajos durante un tiempo». La segunda variable que habría que analizar, explica, «es la capacidad de absorber la subida del euríbor: cuando una unidad familiar tiene unos ingresos estables que no se van a ver incrementados de forma sensible, una subida de tipos como la que se registró en el 2008 puede hacer polvo la economía familiar, por lo que es más aconsejable la hipoteca a tipo fijo».

Y es que Villén tiene claro que «cuando suban los tipos de interés lo van a hacer mucho más que los salarios», por lo que la hipoteca a tipo fijo puede ofrecer un doble seguro, para el cliente y para la propia entidad. Una lógica que aplica también a las hipotecas mixtas, que cree que solo son interesantes si el plazo inicial a tipo fijo es largo, sobre unos 15 años. Si es muy inferior, por ejemplo los 3 o 5 años que se ofrecen en algunas entidades, «no se estaría protegiendo del riesgo de subida de tipos» en el período inicial de la hipoteca, el de mayor riesgo. Al contrario, el cliente renunciaría a las ventajas del bajo nivel del euríbor en los primeros años del préstamo para luego asumir la incertidumbre de la revisión periódica del tipo de interés en un momento en que lo previsible es que el euríbor vuelva a subir.

Por eso, Julio Rodríguez, expresidente del Banco Hipotecario y miembro de Economistas Frente a la Crisis, asegura que si hoy tuviese que tomar la decisión no dudaría: se iría al tipo fijo. Siempre, matiza, «que el interés esté en valores del 2 o 2,5 %, como ahora».

Y eso que en los últimos meses las hipotecas se han encarecido sensiblemente. Algunos lo justifican por el incremento del coste de los seguros que suscriben los bancos para blindarse ante futuras subidas del euríbor, mientras hay quien ve una reacción de la banca para cargar a los clientes la factura que le pasarán malas prácticas del pasado como las cláusulas suelo. De hecho, no solo han subido intereses o diferenciales (en el caso de las variables), sino también se han introducido nuevas comisiones o elevado los mínimos que se aplicaban a algunas ya existentes, como las de apertura. Por ello, Luis Blasco, vicepresidente en Galicia de la asociación de consumidores Adicae, recomienda «leer con atención la letra pequeña del préstamo», ya que además de las comisiones los intereses atractivos que se ofrecen suelen ir vinculados a la contratación de otros productos, como seguros, o al grado de vinculación que se tenga con la entidad, por lo que un cambio en estas ataduras puede elevar sensiblemente la cuota mensual.

¿cambio de tendencia?

Pero, ¿es la de la hipoteca fija una moda pasajera? Es cierto que la tendencia no es exclusiva de España, sino que otros países del sur de Europa han experimentado el mismo cambio en sus mercados hipotecarios en los últimos años. Portugueses e italianos han abrazado también estos nuevos productos y, de hecho, en Italia más del 60 % de los préstamos firmados el año pasado tenían un plazo de revisión de interés superior a doce meses. Tasas, en todo caso, aún muy inferiores a las que se registran en países como Alemania.

Sin embargo, Montserrat duda que la hipoteca a tipo fijo se vaya a afianzar, porque «a los bancos no les gusta, ya que quienes asumen el riesgo son ellos». Por eso, aunque este año y el que viene cree que seguirán siendo atractivas, entiende que «cuando el euríbor suba, el porcentaje de hipotecas variables lo hará también». Villén, pese a creer que sí hay un cambio de tendencia, no niega que «cuando el euríbor esté al 3 % y las hipotecas a tipo fijo se hagan al 4,5 o 5 % puede haber más clientes dispuestos a asumir el riesgo de una hipoteca variable».

La hipoteca fija se recomienda a familias con ingresos estables y poca capacidad de ahorro