Galicia solo recuperó el 6% de los autónomos que perdió en la crisis

MERCADOS

Mientras la afiliación del conjunto de los trabajadores creció un 1,98 % el último años, en este colectivo bajó el 0,7 %. El sector se queja de la alta presión fiscal y de la falta de financiación

18 abr 2017 . Actualizado a las 11:54 h.

La recuperación económica tiene un reflejo incontestable en la evolución del mercado laboral, aunque esa mejora esté ensombrecida por la precariedad de una gran parte de los empleos que se generan y por el tirón que siguen ejerciendo los sectores que no están llamados a cambiar el modelo productivo. Sin embargo, el empleo autónomo sigue renqueando. Los últimos datos actualizados por la Seguridad Social muestran que mientras la afiliación del conjunto de los trabajadores creció un 1,98 % el último año, en el colectivo de los autónomos descendió el 0,7 %. Desde marzo del pasado año hasta ahora, Galicia ha perdido 1.514 cotizantes en el régimen de autónomos, y es la primera vez que cae la evolución interanual desde el año 2013.

Galicia solo ha recuperado un 6 % del empleo autónomo que destruyó entre el 2008 y el 2013, los años más duros de la crisis, lo que muestra las graves dificultades que sigue mostrando este colectivo. Para entender por qué primero habría que dibujar cuál es el perfil medio de un autónomo en Galicia.

LA REALIDAD

El retrato tipo de un autónomo gallego es el de una persona física, en el que un 60 % son varones y un 40 % mujeres, y en el que más del 70 % superan los 40 años de edad; además, cotiza en su inmensa mayoría por la base mínima -hasta un 86% de los casos- y en un 55 % lleva más de 5 años en la actividad. Por sectores, un 11,9 % trabaja en el sector agrícola, un 4,5 % en industria, 10,7 % en la construcción y más del 72 % en el sector servicios, donde el comercio y la hostelería son los sectores más representados, junto con las actividades profesionales. Apenas un 5 % simultanea la actividad por cuenta propia con otra por cuenta ajena, y un 22 % de los autónomos tiene empleados. El número de familiares colaboradores con el autónomo asciende a 197.483, de los cuales 89.927 son varones y 107.556 mujeres.

Preguntados por la situación actual, la mayoría de estos profesionales coinciden en dos de las causas que explican parte de su maltrecha situación: la elevada presión fiscal y las enormes dificultades para lograr financiación bancaria. « Es necesaria una reducción de la insoportable y yo diría que confiscatoria presión fiscal que padecemos las pymes y los autónomos», subraya Francisco Javier Pérez Bello, presidente de la Federación de Autónomos de Galicia (FEGA), quien denuncia que España se ha convertido en un «infierno fiscal». «Hay que rebajar todos los impuestos, IRPF, sociedades, suprimir sucesiones, rebajar el IVA en algunos sectores, como peluquerías, la cultura, etcétera... Ha subido las cotizaciones de los autónomos, el IBI por el alza de valores catastrales, en fin, todo es para llorar. En su conjunto, la recaudación tributaria que aportan las empresas (incluidos autónomos) españolas, de media, es del 30,4 %, frente a una media europea que se sitúa en el 26,2 %, lo que nos hace ser menos competitivos», subraya el presidente de Fega. Con los últimos cambios, recogidos en los Presupuestos Generales del Estado, la cuota subirá 8 euros al mes para 110.000 autónomos a partir de julio, lo que ha desencadenado un mayor malestar entre el colectivo.

Los cambios legales

Durante estos últimos años, se han producido avances para los trabajadores por cuenta propia. Primero, han conseguido condicionar la agenda y el debate político tras años luchando por sus demandas. Se han aprobado numerosas normativas que afectan directamente a su actividad, como es el caso de la Ley del Estatuto del Autónomo del año 2007, o la que regula la prestación por cese de actividad, del 2010, a lo que habría que sumar las sucesivas legislaciones estatales y autonómicas de emprendedores. También es cierto que, si bien se han recogido en estas normas derechos ya existentes, se han creado otros nuevos, como el derecho al paro de los autónomos. Pero más allá de su formulación teórica, en la práctica ha servido de muy poco, porque los requisitos necesarios para acceder a esa prestación hacen que sea mínimo el número de posibles beneficiarios.

«Creo que ha llegado la hora de hacer una apuesta en serio, y dejarse de electoralismos y de propaganda barata en función del corto plazo, sobre todo si queremos que el trabajo autónomo saque adelante este país: la tributación debe ser en función de los ingresos, no existe una progresividad justa, y todo ello pesa como una auténtica losa, especialmente el IVA al 21 %», subraya Lisardo Domínguez, secretario xeral de Autónomos de Galicia (Auga).

FUTURO PRECARIO

Las pensiones constituyen otro elemento esencial en las demandas de los autónomos: ocho de cada diez se retiran con una jubilación que, en el caso gallego, roza el umbral de la pobreza. La pensión media de jubilación de los autónomos sigue siendo un 41,2 % inferior a la del Régimen General, en concreto, alcanza los 703,2 euros al mes, mientras que los pensionistas por jubilación del Régimen General, alcanza de media los 1.195,7 euros. Esto se debe, fundamentalmente, a que el 85 % de los autónomos cotizan por base mínima, lo que redunda en pensiones muy bajas. Por otra parte, las limitaciones de las bases de cotización y la imposibilidad de subir los topes a partir de los 47 años de edad, dificulta a numerosos autónomos el poder cotizar más, justo cuando podrían hacerlo.

estrategia propia en galicia

Desde el Gobierno gallego apuntan a que el descenso del empleo autónomo respecto al pasado año tiene que ver con el sector primario, mientras que en la industria permanece estable y crece en la construcción. Galicia ha sido también, según la Xunta, la comunidad autónoma con un mayor peso relativo del número de autónomos con respecto al total de la población afiliada.

Desde el Gobierno gallego recuerdan su apuesta para ese colectivo, una estrategia hasta el año 2020, y en la que se invertirán 160 millones de euros, es decir, 40 millones cada año. A través de 20 nuevas medidas, la Xunta plantea la consecución de tres objetivos. «Apoiar a incorporación de novos autónomos e fortalecelos ao longo da súa vida profesional; facilitarlles unha mellora de calidade do emprego poñendo a súa disposición condicións máis favorables para o seu desenvolvemento persoal e profesional, e simplificar a súa interacción coa Administración para consolidar a Galicia como o espazo ideal para desenvolver este tipo de iniciativas profesionais», explican desde el departamento que lidera el conselleiro Francisco Conde.