Menos petróleo, menos crecimiento

Natasha Vázquez. La Habana

MERCADOS

La reducción de los suministros de crudo por parte de Venezuela obliga a las autoridades de la isla a aplicar planes extraordinarios de contención y ahorro

04 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«En el primer semestre de este año el PIB creció un 1 %, la mitad de lo que nos habíamos propuesto», informó el presidente Raul Castro. «Este resultado ha estado condicionado por la agudización de restricciones financieras externas motivadas por el incumplimiento de los ingresos por exportaciones, unido a las limitaciones que afrontan algunos de nuestros principales socios comerciales, debido a la caída de los precios del petróleo». El mandatario reconoció «una determinada contracción en los suministros de combustible pactados con Venezuela», a pesar de los esfuerzos del Gobierno de Nicolás Maduro.

Una afirmación nada despreciable si se tiene en cuenta que de ese país Cuba recibía unos 85.000 barriles de petróleo diarios y a la isla han llegado este año unos 53.500 barriles de crudo cada día, un 40 % menos que en el primer semestre del 2015.

Por eso, se hace necesario «reducir gastos prescindibles, fomentar una cultura del ahorro y de aprovechamiento eficiente de los recursos disponibles, concentrar las inversiones en las actividades que generan ingresos por exportaciones, sustituyen importaciones y respaldan el fortalecimiento de las infraestructuras, asegurando la sostenibilidad de la generación eléctrica y un mejor uso de los portadores energéticos», sostienen las autoridades.

El ministro de Economía y Planificación, Marino Murillo, anunció el paquete de medidas concretas para afrontar la situación, que incluye rebajar gastos líquidos, congelar créditos y ajustar el consumo de los portadores energéticos.

Así, el plan para el segundo semestre del año comprende una reducción del 50 % de combustible a gran parte de las empresas estatales, restringir los pagos en divisas del país y administrar la concesión de créditos.

A pesar de esta situación, aunque con restricciones de un 17 %, se mantiene el respaldo a las inversiones vinculadas al desarrollo futuro del país, aquellas actividades que aseguren los ingresos externos proyectados y la sustitución de importaciones.

«Asegurar los servicios esenciales a la población, el equilibrio financiero interno, y las medidas para incrementar la capacidad del peso cubano se mantienen y se respaldan», aseveró Murillo.

Todo ello, unido al crecimiento del turismo -que en lo que va de año ha sido del 11,7% respecto al mismo período del 2015- hacen que las autoridades no teman una regresión a los tiempos más duros del llamado período especial. «No negamos que pueden presentarse afectaciones, incluso mayores que las actuales, pero estamos preparados y en mejores condiciones que entonces para revertirlas», aseguraba Raúl mientras se refería a «especulaciones y augurios» de un inminente colapso de nuestra economía.

«Proseguiremos la actualización de nuestro modelo económico al ritmo que definamos soberanamente, forjando el consenso y la unidad de los cubanos en la construcción del socialismo. La velocidad de los cambios seguirá estando condicionada por nuestra capacidad de hacer las cosas bien», afirmó el presidente.