China: La fiebre de los parques temáticos

Sara R. Estella. Corresponsal en Pekín

MERCADOS

El recién inaugurado Disneyland de Shanghái competirá con el gigante chino Wanda. La rentabilidad de estos espacios lleva al grupo local a planificar 50 complejos hasta el 2020

19 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

China es ya para los niños un particular «mundo de los sueños». Con más de 300 parques temáticos en su territorio, la batalla por liderar el entretenimiento de su creciente clase media se intensifica. El desembarco del primer Disneyland en Shanghái se encuentra con la competencia de Wanda City, un enorme complejo de ocio construido por el magnate Wang Jianlin. No estarán solos porque ya hay proyectados más de 50 complejos de entretenimiento de este tipo hasta el 2020.

«Los días en los que Mickey Mouse y del pato Donald causaban sensación han terminado», expuso el propietario de Wanda City durante una entrevista en la televisión pública china (CCTV), dejando claro que la guerra por generar cuantiosos ingresos a cuenta del ocio está servida. «Quiero ser el rey de los parques temáticos en China», añadió Wang Jianlin tras la inauguración de uno de ellos en Nanchang, al sur de China, que cuenta con una inversión de más de 2.600 millones de euros.

Magia y rentabilidad

El grupo Wanda tiene otros ocho parques temáticos en construcción y es, junto con la llegada de Disney, el ejemplo tangible de cómo el interés de la creciente clase media por estos complejos de ocio no deja de crecer. Según la consultora Euromonitor International, el número de visitantes de estos centros se multiplicará en China en los próximos años. Calculan que de los 133 millones de clientes que se registraron en el 2014 se pasará a 282 millones en el 2019, lo que supone un nicho de negocio atractivo para las empresas chinas y extranjeras.

«El mercado de los parques temáticos ha crecido en China a ritmo de dos dígitos en términos de número de visitantes y del valor de ventas. Esto se debe al mayor nivel de ingresos de los consumidores chinos y su interés por buscar nuevas experiencias», explica Sun Fangting, analista de Euromonitor.

Según un informe reciente de la Oficina Nacional de Estadísticas de China, los ingresos del primer trimestre del 2016 generados por compañías de industrias creativas y de ocio se incrementaron un 8,6 % respecto al mismo período del año anterior. Esto supone la nada desdeñable cifra de 230.000 millones de euros en los primeros seis meses de este año.

El cambio de modelo económico en el que está inmerso el país, tradicionalmente basado en las exportaciones y que ahora se centra en el consumo interno, tiene mucho que ver en el rápido desarrollo del sector del ocio y el entretenimiento. La desaceleración del crecimiento chino no ha sido un obstáculo para Disney, que llevaba más de una década intentando desembarcar en China continental.

«Es obvio que China representa un potencial increíble para la compañía de Walt Disney a corto y a largo plazo. Debido al tamaño de este mercado y de que, en general, nuestras producciones siempre tienen buena acogida aquí, siempre hemos querido ampliar nuestra presencia en China», afirmó Bob Iger, el presidente ejecutivo de la compañía.

Ese interés de Disney se contagia a otras empresas del sector, especialmente desde que en el 2014 abriera sus puertas en la provincia de Zhejiang un parque temático dedicado a Hello Kitty. El gigante Universal ya ha anunciado que construirá un complejo de entretenimiento en Pekín con intención de abrirlo en el 2019 y Dreamworks Animation planea inaugurar uno de sus proyectos en Shanghái próximamente.