Marcos Roel: «Las empresas aquí son más rígidas»

Victoria Toro

MERCADOS

Marcos Roel
Marcos Roel

Nació en Nueva York hace 37 años, pero dice que es gallego. «Soy las dos cosas, americano y gallego». Este hijo de emigrados, de Cambre y de Pontevedra, tiene una profunda relación con su tierra de origen: «Desde siempre he vuelto durante los veranos y una buena parte de mi vida está ligada a la Casa Galicia de Nueva York».

05 may 2016 . Actualizado a las 12:22 h.

Tan ligada está su vida al centro gallego de la ciudad de los rascacielos que hace tres años, Marcos Roel se convirtió en el presidente más joven, y el primero nacido fuera de Galicia, de la asociación. Pero además de la relación personal con su tierra, Marcos Roel también mantiene una relación profesional con Galicia a través de su empresa. Sus dos mundos están perfectamente entrelazados.

-¿Cómo entra usted en la empresa Petrabax?

-Sí, se llama Petrabax. Es un touroperador que se fundó en los años setenta. La sede estaba en Madrid; empezaron a abrir franquicias por toda Sudamérica y en 1984 lo hicieron en Estados Unidos, concretamente en Nueva York, después Los Angeles y luego Miami. Pero a principios del siglo, la empresa dejo de existir en España. Mi tío se hizo con la oficina de Los Angeles y después yo con la de Nueva York.

-¿Su familia se dedicaba ya al negocio del turismo?

-Yo, no. Yo estudié Finanzas en la Universidad de Nueva York y cuando acabé la carrera empecé a trabajar en el banco de inversiones Morgan Stanley. Estuve allí tres años, pero después me tomé uno sabático. Me fui a Los Angeles a aprender el negocio con mi tío, estuve once meses, regresé y abrí la oficina de Nueva York. Mi tío sí, él empezó a trabajar en Viajes Marsans en Nueva York con 17 años. Comenzó repartiendo el correo, pero con 22 le mandaron a Los Angeles para hacerse cargo de la oficina de Marsans allí.

-Dice que a los 26 años se tomó uno sabático?

-A mitad del segundo año en Morgan Stanley ya sabía que aunque siempre me había atraido el mundo de las finanzas, no era para mí y lo dejé en julio del 2003. Me fui a Galicia dos meses. Regresé y empecé a viajar. Pero entonces me llamó mi tío, me dijo, «mira yo quiero que mi empresa crezca, quiero abrir una oficina en Nueva York y podemos hacer algo juntos».

-Cuando dice que se hizo cargo de la empresa en Nueva York, ¿la compró?

-Lo que había ocurrido es que la oficina había tenido otro dueño que la cerró. Yo creé una empresa con ese mismo nombre y abrí de nuevo la delegación de Petrabax en Nueva York. Ahora tenemos dos oficinas, Petrabax East (este) y West (oeste) mi tío lleva el West en Los Angeles y yo el East en Nueva York.

-¿Cuánto dinero invirtió?

-No mucho. Solo tenía que comprar muebles para la oficina y ordenadores. Usé mi propio dinero y pedí un préstamo pequeño.

-¿Con cuántos empleados empezó?

-Éramos dos, una empleada que ya había trabajado un par de años en la antigua oficina de Petrabax y yo. Ahora somos cuatro en la oficina, más otros dos que visitan agencias de viajes, son comerciales. Es decir, seis.

-¿Y a qué se dedica su empresa?

-Para el mercado americano de habla inglesa nos dedicamos a España, Portugal y Marruecos. Somos el representante oficial de los Paradores de España, de Renfe y de Posadas de Portugal. Vendemos el Camino de Santiago y viajes en trenes de lujo. Hacemos circuitos por los tres países o por uno de ellos para grupos y también reservas individuales: viajes, hoteles, alquiler de coches, visitas a las ciudades. También hacemos grupos especiales, como grupos de iglesia, de vino.... Y después, para el mercado americano de habla hispana tenemos tours por toda Europa, el norte de África y el medio y lejano Oriente, todo en español. Por ejemplo, para unos señores que son dominicanos, que viven en New Jersey y que quieren viajar a Japón, tenemos circuitos por Japón en español.

-¿Tienen más clientes de español o de inglés?

-Mitad y mitad. Por eso cada persona en mi oficina tiene que ser bilingüe.

-¿Quiénes son sus clientes?

-Vendemos para las agencias de viajes. En un 80 % nuestros clientes son agentes de viajes y el 20 % restantes son particulares, gente que, por ejemplo, hace reservas a través de nuestra página web.

-¿Cómo han sido estos diez años al frente del negocio, con la crisis?

-Hasta el 2007, muy buenos, tenía mucho volumen. La economía estaba bien, el cambio de dólar a euro también, como a 1,20 o 1,25. Después llegó la crisis y bajaron mucho las ventas porque lo primero que hace la gente cuando quiere ahorrar es dejar de viajar. Y desde el 2008 al 2010 el cambio de dólar al euro no ayudó, porque el euro estaba muy fuerte, llegó a 1,59. Había gente que sí tenía dinero, pero no quería dedicar tanto solo para viajar a Europa y buscaban vacaciones en países en los que podían pagar en dólares, por ejemplo el Caribe o Sudamérica. Pero los últimos tres años sí hemos notado que el volumen ha crecido y lo que nos ayudó el año pasado y este es el cambio, hoy, un euro vale 1,14, dólares y eso es bueno.

-¿Cuánto está facturando su empresa en este momento?

-Entre las dos oficinas, la de Los Angeles y la de Nueva York, por encima de los diez millones de dólares al año.

-Usted mantiene una fuerte relación personal con Galicia a pesar de haber nacido en Estados Unidos y también mantiene una estrecha relación profesional?

-Sí. En el otoño del 2014 llegamos a un acuerdo con Turgalicia para hacer algunas promociones de nuestros productos en Galicia que son visitas privadas por la comunidad, el Camino de Santiago y los Paradores en Galicia. La promoción era bastante simple. Estuvimos haciéndola durante todo el 2015 y nos han subido bastante las ventas de viajes para Galicia, no solo el Camino de Santiago. Y justo esta mañana estaba hablando con la oficina de turismo porque todos los años organizamos un viaje de promoción para agentes de viajes. Llevamos cinco o seis días a un grupo pequeño de agentes estadounidenses y les enseñamos partes de España que quizá no conocen para que puedan vender esos lugares a sus clientes americanos. Cada año elegimos una zona diferente y este año han elegido o Galicia sola o Galicia como parte de España verde.

-Trabaja a la vez con compañías estadounidenses y españolas, ¿es diferente la forma de trabajar aquí y allí?

-Todas las empresas con las que trabajamos en Europa son españolas y sí hay una gran diferencia entre las compañías españolas y las americanas. Estas son más estrictas, más duras, no son flexibles. Es un poco difícil negociar con ellas. Las firmas españoles son más tranquilas, más relajadas, te ayudan un poco más, son más personales y siempre están dispuestos a hacer lo que sea para que salga lo que estás intentando resolver. En Estados Unidos son más rígidas, más frías, más de «estas son las normas y no podemos variar». Con los españoles, por lo menos, puedes tratar de «haber si me puedes ayudar», negociar y hablar con ellos.

-¿Con cuáles prefiere tratar?

-(Risas?) En cada país, con las empresas de ahí. Por ejemplo, aquí tú haces tus reuniones en las oficinas, te sientas, negocias y firmas un contrato. En España quizá haces todos tus negocios durante una comida o una cena. Es un poco más tranquilo, más personal, más social.

Marcos Roel está muy implicado con la actividad de la Casa de Galicia