Jordi Sevilla vuelve a la primera línea política. El veterano economista y político, actual directivo de la consultora PricewaterhouseCoopers, ha sido el elegido por Pedro Sánchez como el responsable del programa económico del PSOE de cara a las próximas elecciones generales. Varias voces le señalan como la apuesta de centro tomada por el candidato socialista para combatir la desconfianza de los inversores tras los pactos con Podemos en los últimos comicios municipales y autonómicos. Y su trayectoria lo confirma. Sevilla posee una amplia experiencia como asesor económico de los Gobiernos de Felipe González y de Rodríguez Zapatero, del que fue ministro de Administraciones Públicas. Recientemente, se ha declarado favorable a medidas como la externalización de servicios públicos, pero contrario al copago sanitario, y ha mostrado su preocupación por el futuro de las pensiones en España, para las que propone ampliar la financiación más allá de las cotizaciones sociales.
Nacido en la ciudad del Turia en 1956, estudió Ciencias Económicas en la Universidad de Valencia y opositó para convertirse en funcionario, un cargo del que se siente «muy orgulloso» y que supondría el germen de sus éxitos profesionales y políticos en el futuro. Lo logró por su esfuerzo, sin sutilezas ni otro respaldo que el suyo propio al provenir de una familia de origen muy humilde. Con 37 años inició sus responsabilidades de Gobierno en la dirección del equipo de Pedro Solbes cuando este era ministro de Economía y Hacienda con el último gabinete de Felipe González. Ya en la oposición continuó como asesor del PSOE y fue muy crítico con la bajada del IRPF aprobada por el Gobierno de Aznar, que tildó de regresiva y reclamó una distribución fiscal más equitativa. Cuando los socialistas volvieron a la Moncloa, en el 2004, Rodríguez Zapatero volvió a incorporarlo al Ejecutivo, pero ya con cartera ministerial propia y con la profunda convicción de reformar la administración pública. De hecho, actualmente defiende el avance hacia un modelo federal, un punto donde converge con las propuestas de Sánchez, así como la reforma del Senado y la fusión de ayuntamientos. No agotó, entonces, la legislatura al ser sustituido por Elena Salgado en el 2007, y ese cambio mostró las supuestas diferencias en materia económica con Zapatero a las puertas de la crisis. Tras su marcha accedió como docente al Instituto de Empresa y en el 2009 fichó por la consultora internacional que trabaja para prácticamente todas las empresas del Ibex 35. Ahora, sin rencores del pasado e ignorando el menosprecio manifestado por el presidente Rajoy sobre su capacidad para trazar las líneas económicas del país tras la crisis, no ha dudado en aceptar la oferta de Sánchez para participar en su proyecto político.
Su dilatada carrera la ha compaginado con sus responsabilidades como padre de tres hijos adoptivos. Ávido lector, autor de varios libros y ensayos además de articulista y activo tuitero de la popular red social, en su currículo destaca especialmente haber sido el impulsor del Plan Concilia, (2005) el primer programa que favoreció la conciliación de la vida laboral y familiar entre los funcionarios.
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