¡Más madera!

Patricia García Lema
PATRICIA GARCÍA A CORUÑA

A CORUÑA

SERGIO ARES, DE CAMBRE, CON LEÑA PARA CHIMENEAS
SERGIO ARES, DE CAMBRE, CON LEÑA PARA CHIMENEAS MARCOS MÍGUEZ

La comarca está preparada para superar con nota el invierno. Leña para dar calor, chimeneas ecológicas y mucho café para mantener los hogares calientes. Ellos son los encargados de que nadie pase frío

09 feb 2017 . Actualizado a las 19:09 h.

En Cambre, Sergio Ares corta madera sin parar. Es la temporada alta de frío y la de los negocios de invierno. «Este año empezaron a bajar las temperaturas muy tarde y la demanda tardó en llegar». Sergio Ares suministra desde hace diez años leña para que la comarca coruñesa entre en calor. «Al día podemos repartir unos 18 metros cúbicos, que es casi nuestro máximo de capacidad diaria», explica. La madera, que lleva un año y medio secándose, se corta al momento y se reparte a domicilio. «Es uno de los mercados más estables porque el precio no varió en los últimos nueve años».

El propietario de Maderas Cambre pone como ejemplo el caso de los panaderos, un gremio con el que trabaja todo el año: «Con leña consumen 300 euros al mes, mientras que si tuviesen otro combustible el coste sería de 1.000 euros». Reparte por toda la comarca y asegura que la leña todavía sigue teniendo mucho tirón en invierno, sobre todo en las zonas más frías. Vende abedul, ameneiro y roble. «Cada una tiene sus características. El abedul, por ejemplo, es conocido como la leña del pan y era el que se utilizaba para hacer los zuecos porque no absorbe el agua. Deja poco residuo y tiene mucho poder calorífico, pero no hace brasa; el roble, por ejemplo, es un fuego mucho más lento». El ameneiro es «una madera blanda más roja».

Pellets

«En lo que va de invierno llevo repartidas unas cincuenta toneladas de roble», cuenta Eduardo Fernández, un jardinero de Mondego que también se encarga de la venta de leña por la zona de Sada y Oleiros. «Cuando llega el frío siempre hay demanda, aunque desde hace unos tres años se notó una bajada en la leña porque muchos hogares se pasaron a los pellets».

Las estufas de biomasa son una de las novedades para entrar en calor. De eso entiende Esteban Otero, propietario de Chimeneas Cide, en Oleiros, una empresa especialista en mantener las casas calientes desde hace 30 años. «Cuando empieza el frío es cuando la gente se da cuenta de las necesidades y nos llama. También hemos recibido más llamadas por la subida de la luz de las últimas semanas. La gente quiere saber si hay alguna forma de ahorrar». «Aunque no es lo mismo un hogar en el entorno de A Coruña que en Coirós, con las chimeneas de pellets la factura de la luz puede bajar hasta un 40 %», asegura.

¿Y qué tipo de chimeneas triunfan en la comarca para mantener el calor durante el invierno? «Hay de todo, depende de las necesidades de cada casa, desde cocinas de leña en las zonas rurales hasta chimeneas de diseño en los núcleos urbanos».

El mundo de las chimeneas ha evolucionado mucho. «En las de biomasa, por ejemplo, se recarga el depósito y se pueden programar, igual que si fuese una calefacción eléctrica. Hasta existen chimeneas de leña casi automatizadas donde se pueden regular los tiros con un mando», explica Esteban. Las hay de bioetanol, que no necesitan salida de humos, y eléctricas, que producen vapor. ¿Y el mantenimiento? «Pues en las chimeneas tradicionales, como en Mery Poppins, con un deshollinador, eso no ha cambiado», cuenta con una sonrisa.

El frío y la lluvia también destapan problemas en las instalaciones. «Con la bajada de las temperaturas que sufrimos hace unas semanas tuvimos mucho trabajo. Nos llamaron, sobre todo, para arreglar roturas de tuberías por congelación y también para alguna caldera», explica José Manuel López, responsable de la empresa de fontanería J.M. Nico, de Vilaboa, en Culleredo. Pese a que en otras épocas enero y febrero eran sus meses grandes, José Manuel asegura que este año no están teniendo tanto trabajo por culpa del tiempo. «Está siendo un invierno muy suave y la gente no nos necesita tanto». Además, cuenta que desde el inicio de la crisis el número de llamadas para el mantenimiento de calderas se redujo. «Antes teníamos unos 20 contratos de mantenimiento de calderas de gasoil y ahora conservamos solo seis». Como alternativa, buscan otros negocios, como el cuidado y el mantenimiento de comunidades.

Café

¿Qué hay mejor para entrar en calor que un buen café? En el polígono de Bergondo, Gustavo Baragaño prepara las entregas de café para que el líquido caliente no falte en los bares y restaurantes de toda Galicia. «También nos demandan chocolate, ahora es su mejor momento», cuenta el dueño de Puro Koffee, una empresa distribuidora de café Lavazza y chocolate italiano.

Gustavo Baragaño, preparando café para entrar en calor
Gustavo Baragaño, preparando café para entrar en calor

Lo suyo es pasión por la cafeína. Para Gustavo no solo importa pedir un café para hacer frente al frío, también para degustarlo. «Me encantaría que hubiera más cultura del café, en Galicia estamos dando pasitos, pero aún queda mucho por hacer».