La planta de basura de Servia está a la cabeza del Estado en reciclaje de residuos

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez NOIA / LA VOZ

BARBANZA

El porcentaje de desperdicios que se aprovechan en las instalaciones de Lousame ronda el 30% del total

09 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En la comarca de Barbanza existe una bipolaridad en la gestión de la basura. Por un lado, están los concellos que, como la mayoría de los ayuntamientos gallegos, envían sus desperdicios a las instalaciones de Sogama en Cerceda, y por otro, los que en su momento apostaron por un sistema alternativo y se asociaron en la mancomunidad Serra do Barbanza para tratar sus residuos en la planta radicada en Servia (Lousame). Este último modelo apuesta por la recuperación del mayor porcentaje posible del material que llega al recinto y no le han faltado novias que quisieran sumarse a ese sistema alternativo; Rianxo, sin ir más lejos, está a la espera de poder enviar su basura a Lousame. De hecho, la labor que se desarrolla en esas instalaciones ha sido reconocida a nivel nacional situando al recinto a la cabeza del Estado en el reciclaje de los restos que recibe.

La firma Ecoembes certificó que la planta de Servia, que está gestionada por la empresa Fomento de Construcciones (FCC), se sitúa entre las instalaciones del país que tratan residuos orgánicos e inorgánicos que más material por habitante recuperan y, de hecho, lideraba ese ránking entre los años 2007 y 2009. Ese dato lo corroboran las cifras del último ejercicio de actividad en el recinto lousamiano, en el que, en total, se reciclaron 148 kilos de desperdicios por habitante.

Orgánicos e inorgánicos

Esa cifra resulta de sumar tanto la materia orgánica como la inorgánica que pudo recuperarse durante todo el año pasado tras ser seleccionada y tratada en la planta lousamiana. De los restos orgánicos se aprovecharon un total de 6.670 toneladas, con las que se produjeron aproximadamente 78 kilogramos de compost por cada vecino que envía sus desechos a Servia. En cuanto a los residuos inorgánicos, se reciclaron más de 5,9 millones de kilos de basura, lo que equivale a 70 kilogramos por habitante.

Estas cantidades se corresponden con alrededor del 30% del total de la basura que llega a las instalaciones de Serra do Barbanza y, aunque hay ejercicios es los que esa proporción varía, la media obtenida desde la puesta en funcionamiento de la planta sitúa por encima del 28% el porcentaje de recuperación de material recibido.

Estos datos se encuentran a años luz de las cifras registradas en otras instalaciones del territorio autonómico gallego. Frente a los 148 kilos por vecino reciclados anualmente en el recinto de Servia, se estima que en la planta coruñesa de Nostián apenas se recuperan veinte kilogramos de desechos por habitante al año, y ocho en Sogama. Aunque ambos centros reciben una cantidad de residuos mucho más elevada que la que llega a Lousame, también abarcan una población mucho mayor.

Por su parte, el colectivo ecologista Adega, defensor de un sistema de gestión de la basura que prime la recuperación de los residuos, también realizó una comparativa de la actividad de las tres plantas gallegas y concluyó que la de Lousame está muy por encima de las otras dos en el reciclaje tanto de vidrio, papel y envases ligeros, como de materia orgánica.

Puestos de trabajo

Este sistema también es defendido por el comité de empresa de Servia, que a todos estos datos añade la ventaja que supone para la creación de empleo. En concreto, sus representantes, atendiendo al número de puestos de trabajo actuales por cada tonelada tratada, cifran en treinta los operarios necesarios en las instalaciones de Serra do Barbanza por cada persona contratada en Sogama. Y concluyen: «A pesar de precisar tanta man de obra, o modelo de reciclaxe non resulta máis custoso para os concellos».