Hermosos espacios naturales que suplen la carencia de playas

xoán r. alvite MAZARICOS / LA VOZ

BARBANZA

Los núcleos de Arcos, A Picota y Chacín disponen de lugares en los que poder refrescarse en las jornadas calurosas

29 jul 2016 . Actualizado a las 14:13 h.

Mazaricos y Lousame son los únicos ayuntamientos barbanzano sin costa. Esto no supone en absoluto un problema para muchos vecinos de la localidad que, pese a tener las playas de Outes o Muros a apenas un cuarto de hora, prefieren echar mano de otras alternativas menos habituales para refrescarse cuando aprieta el calor.

La mayoría de los que no escogen arena y playa optan por la piscina de A Picota debido a la comodidad de sus instalaciones. Aunque fue concebida inicialmente como una instalación al aire libre, desde hace años dispone de una cubierta retráctil que permite su uso en días nublados o incluso en jornadas de lluvia. Está situada en el área denominada Ponte do Cura y cuenta con aparcamiento y un espacio habilitado para realizar comidas campestres. El recinto también está equipado con duchas, vestuarios, solario y socorristas. Por las mañanas, un monitor imparte cursos gratuitos de natación.

Los menos dados a estos convencionalismos estivales se decantan, sin embargo, por darse un chapuzón en alguna de las piscinas naturales que determinados ríos o pequeños regatos forman a su paso por el municipio. Sin duda, las más conocidas son las que se sitúan a escasos metros del núcleo de Nuveira, en la parroquia de Arcos. Como carecen de señalización y no son fáciles de localizar para los foráneos, suelen estar frecuentadas por jóvenes de esta parroquia o por grupos de turistas que se animan a echarse la mochila al hombro y a preguntar a los vecinos del lugar. No resulta, en absoluto, difícil hacerlo y, de hecho, incluso se puede acceder en automóvil a poco más de 200 metros de donde se emplazan.

Meriendas campestres

Más sencillo todavía es el llegar a la playa fluvial de A Pontenova desde A Picota -apenas hay cuatro kilómetros de distancia- dado que en este caso sí existen indicadores. Este paraje construido al paso del río Beba resulta ideal para meriendas campestres y para darse un chapuzón en unas aguas cristalinas. Pese a que la temperatura del agua no resulta excesivamente elevada, es un espacio ideal para ir con niños porque en el área delimitada para el baño hay una zona con escasa profundidad en la que los pequeños pueden estar incluso sentados en el cauce.

Otro tanto puede hacerse en la parroquia de Chacín, concretamente en las inmediaciones de la ermita de Santa Locaia, en la carretera que sube de Outes al vecino municipio de Dumbría. A escasos cien metros del vial, el río Nosiño forma, además de una vistosa cascada, numerosas pozas de agua en las que muchas personas no dudan en bañarse al tiempo que comparten un refresco o una merienda a la sombra de los carballos.