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Whisky escocés para criar salmones de granja

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

SIMÓN BALVÍS

Un científico plantea sustituir el pescado de los piensos por algas cultivadas en residuos de la bebida espirituosa

17 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Uno de los principales reproches que se hacen a la acuicultura es la elevada dependencia del pescado salvaje para la producción de piensos con los que alimentar a los peces estabulados en granjas de cultivo. De hecho, reducir el porcentaje de proteína marina en los compuestos es una línea en la que más se está afanando la investigación.

Es el caso de un joven científico escocés que ha buscado una alternativa en fuentes más sostenibles para aportar ácidos omega 3 y 6 a los piensos de los que se alimentan los salmones de cría.

Para ello, en lugar de pescado salvaje, ha empleado productos nacionales, pues ha recurrido al uso de algas cultivadas con residuos de whisky. Douglas Martin, de 26 años, fundador de la empresa MiAlgae, logró producir una microalga rica en nutrientes en tanques gigantes de acero inoxidable usando aguas residuales de la industria del whisky, según recogió el diario The Scotsman

«La sostenibilidad de los alimentos para peces es un problema serio para la industria acuícola. El colapso de los stocks pesqueros está impulsando el uso de sustitutivos de harina de pescado, como la soja y las semillas de girasol, y eso ha provocado que el contenido de omega en el salmón cultivado haya caído a la mitad en los últimos cinco años», sostiene Martin, según sus declaraciones recogidas por Fis.com. Con el uso de las microalgas se podría recuperar ese déficit de oligoelementos en el pescado de cría. 

Menos costes de producción

El científico, que acaba de licenciarse en biología sintética y biotecnología, explica que, además de evitar el empleo de pescados silvestres, el cultivo de microalgas en aguas residuales de la industria del whisky reduce los costes de producción.

Otra ventaja del sistema es que esas aguas residuales también se limpian de fosfatos y nitratos potencialmente dañinos antes de su volver a ser utilizadas en el sistema.

La acogida que ha tenido su sistema ha sorprendido al propio autor de la idea, que admite que él y su equipo han obtenido gran apoyo de la comunidad empresarial. Una idea que, según contó a The Scotsman, surgió cuando Martin estaba trabajando en el mar del Norte instalando cables para una compañía de energía eólica marina cuando se le encendió la bombilla: «Una gran floración de algas detuvo nuestro trabajo durante meses y eso me hizo pensar en cómo podríamos usarlas mejor».

Douglas Martin fue reclutado recientemente por el Laboratorio de Ideas de Edimburgo y ha recibido una beca Scottish Enterprise Smart: Scotland para financiar un año de investigación y desarrollo de su proyecto.

Asimismo fue agraciado con un premio Smarter Future del programa Shell LiveWIRE UK, que apoya a los jóvenes emprendedores.

El joven científico escocés tiene la intención de crear una compañía de producción de microalgas a gran escala y bajo costo y llevar MiAlgae a todo el mundo.