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La huelga de estibadores paraliza toda actividad en los puertos gallegos

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Las navieras adelantaron atraques para sacar adelante el trabajo en los días previos

15 jun 2017 . Actualizado a las 01:00 h.

Los estibadores que trabajan en los puertos estatales -en Galicia, en los de Vigo, A Coruña, Ferrol, Marín y Vilagarcía- paralizaron ayer toda actividad de carga y descarga de mercancía durante el primero de los dos días de huelga en el sector. Claro que las navieras se lo pusieron fácil al readaptar las escalas de barcos al calendario de paros para evitar los puertos. Al menos en Galicia, ya no atracaron buques que precisaran el servicio de estiba.

Ángel Dapena, trabajador en el puerto de A Coruña y representante de la Coordinadora Estatal de Estibadores, explicó que las consignatarias se organizaron para adelantar el trabajo de carga y descarga en los días previos a la huelga, y también el fin de semana. De este modo, «onte [por el martes] tivemos moito traballo, dobramos turno para cubrir toda a xornada, e incluso traballamos de noite», explicó Dapena.

En Vigo, otro tanto de lo mismo. La convocatoria de huelga provocó el desvío de dos barcos que tenían previsto descargar ayer, según el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique César López Veiga. Este teme que cuando se levante el paro, mañana viernes, se produzca un colapso de barcos en el puerto. Veiga avanzó que hasta nueve buques podrían hacer escala en Vigo mañana «lo que provocará importantes retrasos y perjudicará sobre todo a los transportistas y a la industria», dijo.

En Ferrol, el único barco que tenía prevista su entrada era un maderero, pero quedó fondeado en la ría a la espera del fin del paro de estibadores. En Marín y Vilagarcía tampoco se registró actividad de carga y descarga. 

Una «folga de guante blanco»

La jornada en los puertos gallegos discurrió sin incidentes. Fue una «folga de guante blanco», como la describió Ángel Dapena. Aunque en Vigo, un grupo de 98 trabajadores de la estiba se presentaron en el puerto con la intención de acceder a los muelles para manifestarse. En un principio, la Autoridad Portuaria les negó el acceso argumentando que al no haber actividad a causa de la huelga no había motivos para entrar. Tras una reunión del comité con López Veiga, este accedió a dejarlos entrar después de que se comprometiesen a no provocar daños ni altercados en la terminal.

Operarios del muelle coruñés se concentraron ante la sede de la Autoridad Portuaria. En realidad se sumaron a una protesta convocada por trabajadores de ese organismo. En Ferrol se montaron piquetes informativos en los accesos a la dársena ferrolana desde las ocho menos cuarto de la mañana, aunque, según el sindicalista Francisco Cartelle, el paro fue secundado por la totalidad de los trabajadores del sector: 16 indefinidos y cuatro eventuales. Los trabajadores protagonizaron una concentración en el puerto.

El presidente de la Autoridad Portuaria de la ciudad olívica arremetió de nuevo contra el colectivo de estibadores al afirmar que «no tienen apoyo social, sus peticiones son excesivas porque en España ni los funcionarios tienen asegurado su trabajo». También advirtió de que «si se tensa mucho la cuerda [y continúan los paros] habrá que tomar medidas y decir que no se puede paralizar la economía del país».

Con información de Manuel Otero, Beatriz Couce, Serxio González, E. Mouzo y F. Fernández.

La demanda de operarios en las terminales fue un 80 % inferior a la de una jornada normal

Tanto las navieras como los transportistas, camiones y trenes, ya habían previsto un descenso importante de su carga de trabajo para esto días

j. a. b.

Los puertos españoles vivieron ayer una jornada de casi paralización, en la que solo se cumplieron «con carácter general» los servicios mínimos fijados por el Ministerio de Fomento. El resto fueron imágenes de ausencias, pues solo fueron a trabajar 168 de los 1.088 estibadores convocados por sus empresas, y de protestas, protagonizadas por los llamados piquetes informativos en las instalaciones de algunos centros, reivindicando la subrogación de las plantillas actuales en el nuevo mapa de concesionarias que se pueda formar tras la liberalización del sector.

El éxito de su cuarto día de paro, que a diferencia de los tres realizados la semana pasada (en horas alternas), esta vez era de 48 horas de forma consecutiva, fue total. El seguimiento alcanzó el 98,2 % entre los turnos de mañana y tarde, según reconocieron las autoridades portuarias, y eso partiendo de antemano de una demanda bastante baja por parte de los operadores de mercancías.

Tanto las navieras como los transportistas, camiones y trenes, ya habían previsto un descenso importante de su carga de trabajo para estos dos días de huelga que finalizarán a las ocho de la mañana de mañana viernes. Por eso, la demanda de estibadores fue un 80 % inferior a la de una jornada normal, convocando a solo 1.090 de una plantilla de 6.150.

En uno de cada cuatro puertos incluso se llegó al punto de no llamar a estibadores, salvo para cubrir los servicios mínimos. Fueron Algeciras y Alicante, además de Almería, Baleares, Cádiz, A Coruña, Ferrol, Motril, Málaga, Melilla, Sevilla, Vigo y Vilagarcía. 

Aval para los servicios mínimos

De momento, los tribunales han respaldado el cumplimiento de las tareas «esenciales» en los puertos, fijadas por el Gobierno y que en teoría garantizarían un ritmo de trabajo del 50 %. Según un fallo de la Audiencia Nacional conocido ayer, esos servicios mínimos deben mantenerse -pese a la suspensión pedida por los sindicatos al recurrirlos-, «dado el carácter y naturaleza de las mercancías y las necesidades de abastecimiento».

Los magistrados esgrimen que tales circunstancias «no permiten considerar que el interés público deba subordinarse al particular», en este caso de los estibadores.

Las incidencias durante la jornada fueron, según Fomento, «poco relevantes».