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Absueltos los miembros de la cofradía de Fene detenidos por falsear datos

Álvaro Alonso Filgueira
ÁLVARO ALONSO FENE / LA VOZ

SOMOS MAR

Á. ALONSO

Los trabajadores consideran que la actuación de las autoridades fue exagerada

10 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuatro de los máximos responsables de la cofradía de Barallobre, en Fene, fueron detenidos el 20 de abril del año pasado en el mismo pósito, acusados de presuntos delitos de falsedad documental, contra salud pública y contra la Agencia Tributaria. Al día siguiente, después de una noche incomunicados, fueron puestos en libertad por el Juzgado de Instrucción número 1 de Ferrol, que un año después, como anunciaron los implicados en la mañana de ayer, ha decretado el sobreseimiento de la causa. «Pasamos un momento especialmente duro por unhas acusacións que non tiñan fundamento. A Guardia Civil entrou na confraría coma se isto fora un niño de xihadistas e tívonos preocupados para que ao final agora todo quedara en nada», expresó el biólogo, Joám Luís Ferreiro. Además de él, fueron detenidos el patrón mayor, Carlos Rey; el secretario, David Pita, y el subastador, Pablo Barcia. Durante la investigación también fue imputada una de las administrativas, Ángeles Leiras. En total, por lo tanto, han sido cinco los trabajadores absueltos.

El principal delito por el que habían sido acusados, el de salud pública, había derivado de que, supuestamente, habían puesto a la venta marisco de la zona C como producto de la zona B. Es decir, llevaban en la furgoneta de reparto de la cofradía bivalvos que debían haber sido enviados a las bateas de reinstalación. Sin embargo, como recoge el escrito de la Fiscalía, «no se ha constatado en las muestras analizadas la existencia de patógenos que pondrían en peligro la salud pública». Como resumió el abogado que defendió a los acusados, Jorge Vázquez Vila, «jurídicamente, esto muere aquí».

No obstante, en el día de ayer trascendió un dato que podría alargar el caso por otra vía: la denunciante que puso la primera piedra para que comenzase la investigación un año antes de las detenciones, en mayo del 2015, es la patrona mayor de la cofradía de Ferrol, Isabel Maroño. Es decir, la denuncia llegó desde el otro lado de una ría que comparten ambos pósitos. «Creo que cometeu un erro moi grande, o de enfrontar a uns mariscadores contra os outros», expuso Carlos Rey. Asimismo, recordó que estaba a las puertas de los juzgados el día que fueron aplaudidos por sus compañeros tras quedar en libertad. «Hai que ter cara», valoró su homólogo en Barallobre. De esto se deduce que consideran a Maroño la desencadenante de todo el proceso y, por ello, podrían ir ahora contra ella, tal y como adelantó el biólogo del pósito fenés. «Imos tomar as medidas que consideremos necesarias. Se alguén acusa, terá que responsabilizarse. E se non, que non acuse», dijo. Más allá de esto, dejaron claro que existe un «moi bo» ambiente entre los mariscadores de ambos lados de la ría.

«Siento mucho que a raíz de la denuncia ocurriera todo, pero yo no quería eso»

El auto de sobreseimiento recoge el nombre de Isabel Maroño, la patrona de la cofradía de Ferrol, como denunciante del delito de falsificación de documentos públicos del que derivaría toda la investigación. Sin embargo, cuestionada por La Voz tras conocerse el fin del proceso, explica que la denuncia había sido por competencia desleal, pues «ellos [los mariscadores de Barallobre] recogían kilos de más» en las zonas que comparten. «De hecho, después retiré la denuncia, pero la investigación siguió. Igual que ellos, yo también creo que no era para tanto», dice. «Los avisamos en varias ocasiones y, al no cambiar las cosas, se denunció. Lo hice por la gestión de la cofradía de Ferrol, no por fastidiar, y fue a título particular porque tiene que ir algún nombre, no podía ir el de la empresa», señala. «Como máxima representante tenía que hacer algo por los socios», añade.

Maroño recalca que las acusaciones de ir contra la salud pública y contra Hacienda no tienen «nada que ver» con su denuncia y, por ello, se alegra de la absolución. «Siento mucho que a raíz de eso se haya visto dañada su imagen. Ellos tienen familia y no puede ser fácil lo que han pasado. Yo no quería eso», subraya. No obstante, después de alguna conversación en los últimos meses, no parece que esto convenza al pósito de Barallobre. «Ellos mantienen que fui la que desencadené el caso, no quieren escuchar. Pero seguimos con las labores del día a día para que las cosas sigan adelante», concluye.

Una ría de Ferrol sin apenas marisco

Más allá de las causas judiciales, los mariscadores de la ría de Ferrol llevan dos años sufriendo la inexistencia de bivalvos en el banco de As Pías, el más castigado por las condiciones meteorológicas, la falta de saneamiento y la sobreexplotación. «Os bancos están desfeitos, sen produción e á Consellería do Mar semella que lle da exactamente igual, pero algo terá que facer», comentó el patrón de Barallobre, Carlos Rey. Asimismo, aseguró que raíz de las detenciones perdieron una gran cantidad de clientes, lo que les llevó a estar a punto de cerrar la depuradora. Durante un mes, recordó, solo iba una persona a la semana a comprar almeja. «Foi unha situación desagradable que nos trouxo perdas», resumió.