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La patronal de la estiba enfría la inminencia del pacto

j. a. b. MADRID / COLPISA

SOMOS MAR

Luca Piergiovanni | Efe

La Anesco y los sindicatos coincidieron en la idea de no ponerse plazos

25 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La confianza que los agentes sociales daban a entender respecto a alcanzar un pacto la semana que viene sobre la reforma de la estiba se desinfla en parte. Al menos, así se desprende de lo expuesto este miércoles por la Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Consignatarias de Buques (Anesco), de un lado, y los sindicatos UGT y CC. OO., por otro, que coincidieron en la idea de no ponerse plazos. Este tope lo puso el secretario general de a Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar (CETM) -mayoritaria entre los estibadores-, Antolín Goya, al afirmar que irán a la reunión del 1 de junio, «con la intención de cerrar el acuerdo», o «a más tardar» al día siguiente. Estas fechas no son gratuitas, pues pese a la desconvocatoria de 5 jornadas de paros, todavía están pendientes otras 3: 5, 7 y 9 de junio.

Desde UGT, sin embargo, no quieren que «se caiga en la tentación de usar el tiempo como arma en la negociación para volver a reincidir en prácticas dilatorias una vez conseguido el objetivo de no ejercer las huelgas convocadas». Se referían así, de forma velada, a la posibilidad de que Anesco no tuviera ahora prisa.

Dicha organización, en otro comunicado, apunta justo en esa línea, al precisar que el jueves solo se reunirán para «constituir la mesa negociadora». A partir de ahí, comenzará entonces será «un complejo proceso» y las empresas lo único que prometen es que acudir con «amplia voluntad de diálogo», y proponiendo «soluciones que garanticen el empleo».

Compromisos adquiridos

A cambio, «exigen» a los sindicatos que «cumplan los compromisos adquiridos» en el principio de acuerdo que ambas partes alcanzaron en marzo, como la rebaja del 10 % de la masa salarial, el ajuste de plantilla mediante prejubilaciones, así como otras actuaciones para ganar flexibilidad en la organización del trabajo. Los representantes de los trabajadores asumen esas cesiones como necesarias para alcanzar un pacto definitivo, aunque advierten de que la cuestión «fundamenta» es la subrogación de todos los estibadores censados y señalan que «habrá que profundizar» en los aspectos que generan «más dudas». Así, por ejemplo, quieren saber qué obligaciones tendrían «respecto al posible nuevo acuerdo» las empresas que no pertenezcan a Anesco o se conviertan en concesionarias de los servicios de estiba, que se clarifique cómo convivirían «los diferentes convenios (estatal, puerto y empresa)» y la fórmula de los centros portuarios de empleo que sustituirán a las actuales SAGEP.