La patronal de la estiba denuncia ritmos lentos de trabajo en vísperas de la votación del decreto

Ya se ha vuelto a armar en los puertos. En vísperas de que el Congreso vote el segundo real decreto ley para liberalizar la estiba -el primero no fue convalidado-, la patronal del sector, agrupada en Anesco, denunció nuevas huelgas encubiertas y exigió el cese de la presión que se está ejerciendo a través de ritmos lentos han hecho bajar el rendimiento en la mayoría de las terminales españolas. Dicho esto, la asociación arremete contra el Gobierno y señala que es «irresponsable y extremadamente grave» el hecho de que no se les haya dado traslado previo, ni consultado su posicionamiento, antes de tramitar el nuevo decreto.

Críticas que coinciden con las de los estibadores, que reprochan al Gobierno que haya actuado al margen de los agentes del sector. El colectivo ha convocado paros a partir del 24 porque consideran que el nuevo texto no garantiza los más de 6.000 puestos de trabajo. Unas acciones de protesta que ayer respaldó IDC, el principal sindicato de la estiba a nivel mundial.

La Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar invitó al Gobierno a mirarse en el espejo belga, donde los estibadores dieron el sí a un acuerdo propuesto por el ministro Empleo de su país, Kris Peeters, y que habían negociado antes patronal y sindicatos del sector con el Gobierno y que ha servido para que la comisaria Violeta Bulc frenara el proceso sancionador abierto contra Bélgica.

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