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Bruselas fija en 33 centímetros la talla mínima para el besugo del Atlántico

e. abuín / s. serantes REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

En el centro, a la altura de la mano de la pescadera, un besugo, en una foto de archivo de un puesto de la plaza de abastos de Viveiro
En el centro, a la altura de la mano de la pescadera, un besugo, en una foto de archivo de un puesto de la plaza de abastos de Viveiro PEPA LOSADA

Incrementa en 8 centímetros el tamaño que España imponía a su flota del Cantábrico

16 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El besugo de ración dejará de prodigarse por las lonjas. Ayer mismo entró en vigor la talla mínima que Bruselas ha fijado para esta especie de aguas profundas, un tamaño reglamentario que se equipara a todas las zonas de pesca del Atlántico nororiental y que se ha fijado en los 33 centímetros. De esas dimensiones, «xa son señores besugos», apuntan desde el sector. Y tanto, en torno a 1,2 o 1,5 kilos de peso, calculan los profesionales que pesan los ejemplares de esas medidas.

La talla mínima de referencia -recogida en un reglamento de ejecución de la Comisión publicado el viernes pasado- es una medida que Bruselas decidió adoptar porque «existen indicios claros de que las poblaciones de besugo del Atlántico Nororiental están sobreexplotadas y al borde del colapso en todas las zonas, si no se actúa inmediatamente para proteger a los juveniles». El Ejecutivo comunitario ha visto esas señales en el último dictamen elaborado por el Consejo Internacional para la Explotación del Mar (ICES), en el que se alerta de que la población se ha reducido considerablemente. Es más, en sus recomendaciones, los científicos apuntaban la conveniencia de establecer un TAC cero (total admisible de capturas) en todas las zonas, tanto en aguas de Gran Sol como en el caladero del Cantábrico Noroeste e, incluso, en el golfo de Cádiz (IXa), que incluye las aguas al sur de Fisterra.

La UE no llegó a tanto, a pesar de que el ICES recomendaba «reducir la mortalidad por todos los medios» e insistía en la necesidad de «aplicar urgentemente medidas de gestión para proteger a los juveniles». Redujo el TAC, pero no cerró la pesquería. Así es que la Comisión ha decidido, como medida complementaria de protección, aumentar el tamaño reglamentario.

Unificación con el Mediterráneo

Aunque en el reglamento sobre tallas mínimas de la UE no se recoge la del besugo, sí aparece una para la especie que se captura en el Mediterráneo, que es precisamente de 33 centímetros. Para el del Atlántico no había mínimo impuesto por Europa, aunque sí había restricciones establecidas a nivel nacional. Así, el tamaño mínimo para el besugo en el Cantábrico y el golfo de Cádiz era de 25 centímetros.

Con la decisión de Bruselas, el listón para considerar pezqueñín a un besugo se equipara en todas las zonas y, por tanto, si en el Mediterráneo se queda como estaba, en aguas del Atlántico la talla sube ocho centímetros de golpe.

Quizá no llegue a los extremos de la flota voracera andaluza, pero la gallega también se verá afectada. Tanto los barcos que pescan en Gran Sol -palangreros y arrastreros- como la que lo hace en el Cantábrico.

Y como quiera que el besugo todavía no está afectado por la prohibición de descartes, lo único que se podrá hacer con esos ejemplares que no alcancen los 25 centímetros será devolverlos al mar.

Reserva de cuota

La nueva talla mínima para la especie llega justo en el momento en que la flotas de Gran Sol y la del caladero nacional estaban divididas sobre la conveniencia de reservar o no un porcentaje de cuota de besugo para disponer de toneladas en Navidades. Mientras la de litoral apoya la idea, la de altura es reticente dado que el verano es una época en la que alcanza precios similares a los de la recta final de año. Eso sí, tanto si se guarda para entonces o no, el besugo, a partir de ahora, tendrá que ser para mesas numerosas, de varios comensales.