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Mar tendrá que indemnizar al pósito de Noia por avisar tarde de la toxina

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

SOMOS MAR

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El TSXG cree que no actuó con diligencia en la detección de la marea roja en el 2013

12 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La campaña marisquera del 2013 se inició con mal pie para la cofradía de Noia. Los mariscadores bajaron a los arenales el 7 de octubre y, entre esa jornada y la siguiente, el pósito vendió a la industria, sin saberlo, unos 100.000 kilogramos de bivalvo con toxina. La alerta de que el marisco no estaba en condiciones para ser procesado la recibió el día 9 el patrón mayor de Noia, Santiago Cruz, con quien se puso en contacto personal de la conservera Cerqueira para advertirle de que el análisis del producto revelaba unos índices muy elevados de toxina lipofílica. El resultado fue que buena parte de las firmas que habían adquirido bivalvo lo devolvieron, y el pósito tuvo que reembolsarles el dinero. La entidad presentó una demanda de responsabilidad patrimonial contra Mar y, ahora, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) le ha dado la razón, condenando a la Administración a indemnizar al pósito con 400.665 euros, la cuantía que la cofradía tuvo que abonar a las empresas.

Recurso de casación

La resolución no es firme y fuentes de Mar indicaron ayer que ya han interpuesto un recurso de casación contra la misma. En su fallo, el TSXG indica que Mar «no actuó diligentemente en su labor de control de la calidad del medio marino». En el auto se explica que se autorizó el inicio de la actividad para el 7 de octubre, sin que la semana previa se hubiera realizado en la ría de Muros-Noia ningún muestreo cuantitativo de fitoplancton («el anterior fue del 23 de septiembre»), y tampoco se llevó a cabo ningún análisis cuantitativo, ni ninguno por el método oficial de referencia, sino que «solo se realizó un bioensayo, que arrojó un resultado negativo el día 5».

Asimismo, en la resolución se indica que se había detectado toxina en otros puntos de las aguas gallegas y que eso obligaba a extremar la vigilancia: «De haber actuado la Administración con arreglo a los protocolos, podría conocer antes del inicio de la campaña, el grado de contaminación en [moluscos] infaunales».

También se hace referencia al hecho de que aportó en vía administrativa 732 escritos de profesionales «otorgándole la representación para presentar en su nombre las reclamaciones». En este sentido, fuentes del pósito indicaron que el pleito se ha ganado gracias al trabajo de una gran mayoría de los socios, que se unieron a la cofradía, y criticaron la acción «unilateral e insolidaria» de un minoritario grupo de opositores, que exigieron daños y perjuicios a la entidad. Asimismo, se destacó que desde lo ocurrido en Noia, tanto Mar como el Intecmar están haciendo un importante esfuerzo para mejorar los protocolos de control.