Patrocinado porPatrocinado por

«A bala entrou polo costado de estribor e pasoume a unha cuarta da cara»

t. longueira / j. v. lado CARBALLO, CEE / LA VOZ

SOMOS MAR

Ana García

Herido leve el patrón de un pesquero de una armadora de Muros y amarrado en Camariñas

29 abr 2017 . Actualizado a las 19:18 h.

El arrastrero Mar de Viana, con bandera portuguesa, casa armadora en Muros y 9 tripulantes a bordo, fue blanco de un disparo con arma de fuego -con toda probabilidad una pistola de calibre nueve milímetros- la madrugada de ayer cuando estaba amarrado en Camariñas. El patrón de costa, D.?G.?G., un experimentado marinero de Ribeira, se encontraba en el puente en ese momento, sobre las 00.30 horas, y sufrió cortes superficiales en la cabeza y la nariz provocados por los cristales de un portillo consistente (de seis milímetros de grosor) que saltó por los aires con el impacto del proyectil.

«Estaba co ordenador na ponte. O xefe de máquinas, o contramestre e os outros seis compañeiros estaban abaixo, vendo a televisión ou descansando. De repente, sentín un fogonazo. A bala entrou polo costado de estribor, rompeu o cristal e pasoume por diante, a unha cuarta da cara. Era de noite, as luces estaban apagadas e non vin quen era. Tampouco sei se era un ou máis de un, non o podo dicir. Só me tirei ao chan e despois chamei ao 112», relata el afectado, que, después del incidente, salió a faenar sobre las cuatro de la madrugada.

Al recibir el aviso, la Guardia Civil desplazó una patrulla y los agentes pudieron recuperar de manos de los marineros el proyectil, que ya ha sido remitido a una unidad especializada en criminalística para analizarlo.

El hecho de que en la Costa da Morte se hayan registrado diversos incidentes relacionados con el tráfico de drogas -el más significativo, el vuelco de una planeadora el verano pasado en Santa Mariña, Ponteceso- hizo saltar las alarmas y una unidad de la policía judicial de la Guardia Civil se ha hecho cargo del asunto.

Las fuerzas de seguridad han iniciado una investigación. Ayer, al filo de las 15.30 horas, los agentes, que esperaban la llegada del barco a puerto, volvieron a tomarle declaración a los tripulantes en el puesto de Camariñas. También lo hizo a uno de los socios, conocidos por Os Rechos, de la casa armadora. Los investigadores tratan de determinar si el disparo pudo deberse a un ajuste de cuentas con alguno de los tripulantes o a una amenaza.

Sin embargo, hay varias cuestiones que no encajan en esta teoría, como pone de manifiesto el patrón, quien descarta por completo que el disparo fuese dirigido a él. «En vinte anos que levo no mar e catro meses no Mar de Viana nunca me pasou nada parecido. Ademais, o barco non atraca sempre no mesmo porto, polo que debeuse tratar dun disparo accidental de alguén que andaba por alí xogando ou disparando ás gaivotas», dijo. En cualquier caso, cabe preguntarse qué hacía alguien pasadas las doce de la noche en el puerto de Camariñas con un arma que contadas personas tienen permiso en España para manejar, salvo las fuerzas de seguridad.