La pesca apela a Exteriores para sortear el boicot de Hong Kong a transportar tiburón

Que haya barcos españoles por todos los mares del mundo significa que hay trozos de España esparcidos por los océanos. Y que también necesitan embajadores. Eso fue lo que la patronal pesquera, Cepesca, trasladó ayer al secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ignacio Ybáñez, con el que ayer se reunieron sus directivos para medir la dimensión exterior de la pesca española y tomar su temperatura. Lo más candente: acuerdos pesqueros, pactos durmientes, organizaciones regionales, conflictos por aguas limítrofes, trabas a los desembarcos en Chile, zancadillas al comercio en Asia...

Precisamente esta última cuestión, la del boicot al transporte de aletas de tiburón que partió de Hong Kong, está subiendo de temperatura. La flota espadera gallega encuentra cada vez mayores dificultades para colocar en sus mercados de siempre las extremidades de marrajo dientuso y de quenlla que captura, después de que la delegación de WWF en esa región administrativa especial de China convenciese a las principales compañías navieras de negarse a fletar esa mercancía. Es la particular campaña de los activistas asiáticos para proteger a los tiburones y erradicar el finning, la práctica de cortar la aleta del escualo y tirar su cuerpo por la borda.

De nada han servido las explicaciones que desde WWF España y WWF Bruselas han hecho llegar a WWF Hong Kong, que mantiene en pie un boicot con argumentos que han conseguido convencer al mismo Gobierno de la región, como lo demuestra el hecho de que en la rueda de prensa con la que en noviembre pasado anunciaron la campaña, las autoridades hongkonesas compareciesen al lado de los ecologistas y los navieros.

Despliegue de la diplomacia

Y si ha fracasado el intento de convencer a los conservacionistas que la flota española no hace finning, al menos habrá que hacer ver al Gobierno que estos barcos cumplen estrictamente la legalidad. Es ahí para lo que piden la mediación de Exteriores y solicitaron a Ybáñez que, a través de las embajadas de España en Hong Kong y China, explique a las autoridades qué es el palangre de superficie, toda la normativa que estas embarcaciones deben cumplir -incluida la obligación de desembarcar el cuerpo del tiburón con la aleta naturalmente adherida-, las especies de tiburón que tienen prohibidas, las que sí capturan... «Hemos pedido gestiones al secretario de Estado de Exteriores para que las autoridades de Hong Kong no confundan los términos y ayuden a convencer a WWF de que no se puede asimilar la situación ilegal en la que operan otras flotas con la de la flota española, que no hace finning y que no captura especies vulnerables porque las tiene prohibidas», explicó Javier Garat, secretario general de Cepesca.

Ese trabajo diplomático también es necesario en los países en los que operan los barcos españoles, ya sea en el marco de acuerdos de la UE o con licencias privadas. En el primer caso, la renovación de los pactos con Guinea Bisáu y Marruecos, que ya hay que empezar a negociar, ocupan un lugar prioritario en la agenda de los armadores.

Receptividad

Garat apunta que el secretario de Estado de Asuntos Exteriores se mostró muy receptivo a las demandas y se comprometió a coordinarse con la Secretaría General de Pesca para tratar de bajar de grados esos asuntos calientes.

En definitiva, lo que pretende el sector es que «los embajadores informen a los Gobiernos de la realidad y circunstancias de la flota española, que muchas veces no se parece a lo que se cuenta», sentenció Garat.

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