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La anchoa se engancha a Internet

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

El recorrido del cable de fibra óptica
La Voz

Los pesqueros del Cantábrico tendrán parcialmente restringida la faena a mediados de junio por el tendido de un cable de fibra óptica submarino hasta Estados Unidos

17 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El próximo verano, en principio entre el 15 y el 30 de junio, los pesqueros del Cantábrico, entre ellos los cerqueros gallegos, tendrán que andar con pies de plomo. Porque por el caladero rondará un barco que tenderá un nuevo cable transoceánico de fibra óptica entre España y Estados Unidos de 6.600 kilómetros de longitud.

Los trabajos se producirán en plena costera de la anchoa. El sector no prevé que se produzcan problemas, aunque durante los días que dure la instalación y hasta que el cable quede enterrado, no se podrán llevar a cabo actividades pesqueras sobre la ruta del tendido, concretamente sobre un corredor de seguridad de entre 500 metros y un kilómetro a cada lado del recorrido.

La Subdirección General de Caladero Nacional ha remitido el proyecto a las federaciones de cofradías de Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco para que lo conozcan y presenten alegaciones a lo largo de este mes e incorporarlas al informe que habrá de hacer antes de autorizar la actuación. Se trata del llamado proyecto Marea, impulsado por la operadora de telecomunicaciones Telxius (de Telefónica) y las norteamericanas Facebook y Microsoft. El nuevo cable de fibra óptica supondrá una «mejora de capacidad y diversidad de banda entre Estados Unidos y Europa, soportando servicios de voz, datos, vídeo, Internet y comercio electrónico», reza el proyecto, colgado en la web de la Federación Galega de Confrarías.

Las tres multinacionales han contratado a la compañía Tyco Electronics para ejecutar el tendido submarino del cable. La instalación comenzará en la playa vizcaína de Sopela, cruzará aguas de la zona económica exclusiva (ZEE) de España, en paralelo a la costa del Cantábrico, y alta mar, para luego alcanzar territorio marítimo de las Azores (Portugal) y de ahí cruzar el Atlántico hasta Virginia Beach, en el Estado norteamericano del mismo nombre.

Tyco Electronics utilizará un barco cablero para efectuar el tendido sobre el fondo marino. El cable irá en parte enterrado a una profundidad de un metro y, el resto de fondo rocoso, tendido en superficie. La instalación desde la playa de Sopela hasta la profundidad de aproximadamente 20 metros se realizará con buzos y tendrá una duración de aproximadamente 10 días.

En el propio proyecto se especifican las medidas que adoptarán los promotores del proyecto para mayor seguridad. Así, durante los días de la instalación, acompañando al buque cablero, habrá pesqueros contratados en la zona para que vayan recordando a los barcos que pudieran estar faenando que tienen que trabajar fuera de la ruta del cable. Además, se enviarán avisos a navegantes recordando las fechas de la operación y la prohibición de la pesca en los límites del corredor de seguridad.

El nuevo cable seguirá una ruta próxima a otro que ya existe. La compañía lleva meses con una campaña informativa especialmente en el País Vasco. 

El cerco opera a media profundidad y la canalización irá más abajo

El presidente de la Federación Galega de Confrarías, Tomás Fajardo, avanzó que serán los pósitos los que enviarán sugerencias al proyecto. En principio, destacó, el proyecto no debería afectar a la actividad pesquera. De la misma opinión es Andrés García, representante de la asociación de armadores de cerco de Galicia (Acerga).

En el proyecto remitido al sector, las compañías detallan la actividad pesquera que se desarrolla en la zona del Cantábrico que estará afectada temporalmente por el tendido. Explican que en el área de la instalación del cable, hasta los 200 metros de profundidad, el límite natural de la plataforma continental, el trabajo se centra en arrastreros costeros y barcos con redes de enmalle que operan a media agua, entre 60 y 80 metros. Estos últimos se dedican principalmente a especies pelágicas como caballa, sardina y anchoa. Desde los 200 hasta los 1.000 metros de profundidad faenan arrastreros de profundidad en busca de raya y rape. También faenan palangreros, con lo cual, concluye el estudio, «ningún cable instalado sobre el fondo marino afecta su trabajo».

Tampoco incidirá en la costera de la anchoa, aseguran los promotores en el proyecto, porque los cerqueros usan redes de 300 metros de largo y 70 de ancho que trabajan a media agua. El cable irá más profundo.