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Aplausos en A Mariña y caras largas en Vigo y Marín

s. serantes / e. mouzo VIVEIRO, A CORUÑA / LA VOZ

SOMOS MAR

J. M. CASAL

El sector de la costa lucense esté exultante tras alcanzar un récord de posibilidades de pesca para su especie estrella

15 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Con dos puertos refugio de los merluceros gallegos, no es de extrañar que el sector de A Mariña esté exultante tras alcanzar un récord de posibilidades de pesca para su especie estrella. «Moi boa, unha excelente negociación permite os mellores resultados posibles», en opinión de Jesús Lourido, de Puerto de Celeiro. De regreso de Bruselas, Lourido puso el acento en que el «60 %» de la flota española de Gran Sol es merlucera, por lo que aplaude esa subida de cuotas. Con él coincide Mercedes Rodríguez, de la OPP Lugo, que ve el resultado «muy positivo». Y desde Armadores de Burela, Miguel Neira transmite una «moderada satisfacción» por cuánto importa la merluza de Gran Sol en A Mariña. Sobre la flota que opera en el Cantábrico noroeste, Neira «recoñece o bo traballo», que ha permitido mantener la cuota de merluza sur, moderar la caída del jurel y elevar las de rape y bacaladilla, aunque cree que había más margen para subir la de xarda y le parece «ben» el incremento de la raya. Mercedes Rodríguez pone el acento sobre la subida del rape, el mantenimiento de la merluza sur y lamenta la prohibición de pescar cigala.

Esa euforia se torna absoluta negatividad en A Coruña, base de operaciones del cerco de la provincia, donde ayer hablaban de la importante repercusión en términos económicos y de empleo que tendrá ese recorte del 23 % en el cupo de jurel del Cantábrico. También en Vigo había ayer caras largas por el quebranto económico que supondrá el recorte en la cuota de gallo de Gran Sol, que viene a ser para ese puerto y el de Marín lo que la merluza para Celeiro y Burela. Desde la Cooperativa de Armadores de Vigo arremetieron ayer contra un recorte que supera ese 15 % que por consenso con la Comisión Europea se había pactado como tope asumible para evitar graves consecuencias sociales y económicas. Que no se hayan tenido en cuenta los informes en el caso del gallo tendrá repercusiones y, por eso, «la situación va a ser complicada».