La entidad propondrá medidas para garantizar la viabilidad económica
05 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La Federación Galega de Confrarías se ha impuesto como deber para el próximo año abrir un debate interno sobre la viabilidad de la actual estructura de los pósitos. Encima de la mesa colocará la posibilidad de fusionar entidades o, al menos, de que compartan servicios para abaratar costes. Porque, en general, y pese a que lo peor de la crisis económica se ha disipado, la situación de estos organismos no está para lanzar cohetes. Como tampoco el sector pesquero gallego.
En la actualidad, hay 63 cofradías y la última fusión se remonta al 2004, cuando la de Rinlo se integró en la de Ribadeo, según recuerda el secretario de la federación, Sergio López.
López aclara que resulta imposible generalizar sobre la buena o mala salud económica de los pósitos. Es decir, que casi cada uno de ellos vive una casuística diferente. «Non hai unha confraría tipo, senón que hai moita diversidade no xeito de funcionar», aclara.
Pero está claro que unas van mejor que otras. Entre las primeras, las que más facturan, está la de Noia, con algo más de 13 millones de euros; entre las segundas, con cifras pírricas de unos 2.000 euros, las de Mera, Sanxenxo, Palmeira...
Concentración de las ventas
López subraya que la bonanza económica está íntimamente vinculada a la actividad de la lonja. Si hay ventas, hay negocio. Pero el mercado tiende cada vez más a concentrarse en un lugar y así alcanzar mejores cotizaciones, de ahí que haya rulas que apenas registran movimientos.
Este fue uno de los problemas que ahogó a la cofradía de Cariño, tanto que, con una deuda de 800.000 euros, llegó a presentar concurso de acreedores, del que logró salir hace un año. Fue la única que dio ese paso, «o cal non quere dicir que non haxa máis como ela», apuntó López. Otras, como Malpica, se vio abocada hace unos años a aplicar un expediente de regulación de empleo (ERE).
En el grupo de las pudientes, además de Noia, se encontrarían O Grove, Ribeira, Cambados, Portosín... Todas comparten una gran actividad en sus lonjas y una flota potente. Otro grupo estaría integrado por pósitos como Burela o Celeiro, que síntomas también de solidez, gracias, sobre todo, a la prestación de servicios, como fábrica de hielo.
Pero todas, aun las más solventes, deben vivir con la inestabilidad de un negocio condicionado por la situación de las especies, por la presencia de toxinas y por el reparto de las cuotas, entre otros factores sobre los que los socios no pueden intervenir. En algunos casos, como denuncian los actuales responsables de la cofradía de Cariño, también se producen casos de mala gestión.
Sin relevo generacional
Pero, además, los pósitos deben hacer frente a otro problema, la falta de relevo generacional, en las flotas y también en las oficinas de los pósitos. El secretario de la federación explica que la Administración no está renovando el personal a su cargo que trabaja en las cofradías y que se jubila. Las entidades que pueden suplen estas bajas contratando empleados propios, aunque el esfuerzo económico no pueden soportarlo todas.
Ante todos estos problemas, la asamblea de la federación decidió que el año que viene abordará un estudio sobre la viabilidad de las cofradías. «Algunhas teranse que reinventar, se non tes lonxa haberá que facer algo», razona López. La alternativa puede ser una fusión o compartir servicios para abaratar costes. Servicios como seguros, vigilancia, administración, suministro de hielo...
63
Número de pósitos
La última fusión fue en el 2004: Rinlo se integró en Ribadeo
15.500
Afiliados
Los socios acumulan unas 4.500 embarcaciones
124 millones
Euros facturados
De ellos, 119 proceden de las ventas en lonja