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La cara oculta de las ayudas pesqueras

espe abuín REDACCIÓN / LA VOZ

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Armadores gallegos defienden la continuidad de los subsidios para lograr la sostenibilidad en sus tres vertientes

06 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada vez son más las voces que se pronuncian en contra de las ayudas al sector pesquero. Lo ha hecho la ONU, le ha dado eco la FAO, lo pregona la OMC y la misma Comisión Europea ha emitido un comunicado enmarcando el uso que debe darse a esos subsidios, que no es otro que «la conservación de los océanos, mares y recursos marinos para un desarrollo sostenible». La desaparición de las subvenciones es un debate que lleva años abierto, aunque ha cobrado ímpetu ahora que Argentina, en alianza con una docena de países ha decidido abrir negociaciones en el seno de la OMC para eliminar ayudas «dañinas» a la pesca, con énfasis en aquellos Estados que contribuyen a la sobrepesca o están vinculados a la pesca ilegal.

En medio de ese clamor, armadores gallegos, por boca de la Cooperativa de Vigo (Arvi), han levantado la mano para dar su opinión: «Los subsidios a la actividad pesquera deben continuar, pero con un objetivo claro de sostenibilidad ambiental, económica y social. Entendemos que no se puede privar al sector de ayudas a la investigación e innovación de cara a garantizar una flota sostenible a largo plazo, que garantice el suministro de la demanda mundial de alimento».

Dicho esto, matizan una serie de cuestiones que, aseguran, suelen confundir a la población.

Sobrepesca

Diferencias entre sobreexplotado y plenamente explotado. Es el principal argumento que se esgrime para arremeter contra los subsidios, asegurando que el 90 % de los stocks están plenamente explotados, sobreexplotados o agotados. Pero esa proporción varía según el cristal con que se mire. La FAO, en su informe anual, señala que el 70 % de las poblaciones evaluadas se encuentran en niveles biológicamente sostenibles. Y eso incluye stocks subexplotados y plenamente explotados, que, por mucho que se quieran hacer pasar por sobreexplotados, lo cierto es que «se explotan a un ritmo que se corresponde con la producción de niveles máximos de capturas de la población a largo plazo».

La flota artesanal

El objetivo de erradicar el hambre en el mundo. Quien arremete contra los subsidios suele poner por delante los supuestos perjuicios hacia la flota artesanal, contraponiéndola a la industrial. En este sentido, los armadores de Vigo apuntan que el pescado es una fuente vital de proteína y que la pesca industrial supone entre tres cuartos y dos tercios de la pesca mundial. Su desaparición, por tanto, supondría el desabastecimiento del mercado, puesto que la artesanal, que constituye el 85% de la flota mundial, proporciona entre el 25 y el 33% de las capturas de pescado globales. Es decir, que el objetivo de erradicar el hambre en el mundo no se lograría «simplemente con las capturas de la flota artesanal». Así que «no se trata de una lucha entre pesca artesanal e industrial, se trata de complementariedad entre ambas, porque las dos son necesarias».

Dependencia de la pesca

No solo dependen los países desarrollados. Que Pescara, en Italia, se llame Pescara no es casual. Como tampoco lo es que en Escocia haya un Fisherrow o que en Grecia haya crecido Icaria. Que en las economías más desarrolladas de Europa existen zonas altamente dependientes de la pesca lo puede certificar bien Francia, con su Bretaña, y, por supuesto, España con Galicia, donde de las 81 actividades económicas identificadas, 74 dependen directa o indirectamente del complejo mar-industria. Es decir, «el 91 % de las actividades económicas dependen del sector mar-industria». Y pueden dar fe enclaves como Ribeira o Fisterra, donde un colapso en la pesca desmoronaría toda su economía, amén de otras repercusiones sociales y culturales.

Destino de las ayudas

Al desguace, no a construcciones. Otro concepto erróneo es el que apunta a que los subsidios de pesca se dirigen a construir grandes embarcaciones, monster boats, para saquear los mares. Y en Europa eso pasó a la historia hace tiempo, recuerdan desde la Cooperativa de Armadores de Vigo. Los últimos fondos ejecutados, del 2007 al 2013, no permitieron ya las ayudas a las nuevas construcciones. Al contrario, gran parte del dinero fue para financiar el ajuste del esfuerzo pesquero a través del desguace. De ello puede dar buena cuenta Galicia, donde «más del 90% de estos fondos se destinaron a la desaparición de unidades pesqueras». Y el plan actual, del 2014 al 2020, prioriza «el fomento de una pesca y una acuicultura competitivas, medioambientalmente sostenibles, económicamente viables y socialmente responsables», sin que de eso resulte «un aumento de la capacidad pesquera».

Ayudas al combustible

Exención, no subsidio. Otra cuestión que clarifican son las erróneamente llamadas ayudas al gasoil que, dicen, no son tales. Lo que existe desde hace años es una exención de tasas al combustible. Algo que no es exclusivo de la pesca, sino que se aplica a la navegación marítima internacional. «Se produce por la imposibilidad de los países de cobrarla al navegar los barcos por territorios internacionales en los que se podrían establecer grandes petroleros que vendiesen fuel sin tasas, o a desplazarse a países donde estas fuesen más bajas, suponiendo para los proveedores locales de cada país una pérdida de clientes», argumentan desde Arvi.

Política de desarrollo

Inversión. Los armadores vigueses exponen que el comercio mundial de pescado creció de las 15 millones de toneladas de 1991 a los 45 del 2014. Los países en vías de desarrollo representaron el 56 % de las exportaciones totales en el 2013. Es decir, que estos Estados tienen una clara importancia en el comercio mundial de pescado, pero que este no sería posible sin la inversión de los países desarrollados, aclaran. Así que entre las conclusiones señalan que los miembros de la UE invierten en los países en desarrollo, bien sea mediante fondos públicos o inversiones privadas, o mediante sistemas de preferencias. Esto permite crear riqueza y fijar población, mejorando las condiciones de vida de los habitantes de las regiones donde se realiza la inversión.

Pesca ilegal

A la cabeza de la lucha contra los piratas. Que se esté subvencionando la pesca ilegal es una falacia, sobre todo en el caso de la UE, que se sitúa a la cabeza de la lucha para erradicar la lacra. Ha adoptado una política innovadora al no permitir que los productos pesqueros puedan acceder a la Unión a menos que estén certificados como legales. Además, la flota de la UE está controlada gracias a un amplio marco jurídico y a un elaborado sistema de control.