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Atacan con lanzagranadas un gasero con gallegos a bordo en Yemen

e. abuín / f. fernández / m. ares REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

JOSE PARDO

Investigan si el «Galicia Spirit» fue víctima de un asalto pirata o de terrorismo

29 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El Galicia Spirit, un buque gasero, propiedad de la empresa británica Teekay Shipping y fletado por Unión Fenosa Gas, sufrió el pasado martes un ataque cuando navegaba por el estrecho de Bab al-Mandah, frente a las costas de Yemen. A bordo había tripulación gallega, aunque desde la empresa no han podido precisar cuántos.

El mercante, con bandera española y puerto base en Santa Cruz de Tenerife, se dirigía desde Ras Laffan, en los Emiratos Árabes Unidos, hasta Sokhna, en Egipto, cuando, a unas ocho millas de la isla de Perim, un grupo de hombres armados se aproximaron desde las costas de Yemen a bordo de un esquife y dispararon con un lanzagranadas al casco del Galicia Spirit.

Por suerte, el impacto no causó daños de importancia al metanero y no fue de suficiente entidad como para reventar el casco o causar una explosión. Tampoco nadie de la tripulación resultó herido. De hecho, el mismo día reanudó su marcha hacia su destino.

El accidente puso en alerta a las fuerzas navales que operan en la región -entre las que se encuentran las desplegadas por la Unión Europea en el marco de la operación Atalanta- protegiendo el paso de mercantes por la zona, de elevada actividad pirata.

De hecho, Teekay Shipping apuntó en un primer momento a que la tripulación había repelido un ataque pirata. Aclaró, además, que el mercante no llevaba embarcados guardias de seguridad -como por ejemplo sí llevan los atuneros que operan en el Índico-, pero como medida de precaución había dado aviso a una fragata de Yibuti que lo escoltaba cuando enfiló el estrecho de Bab al-Mandah.

Investigaciones

Pero pese a las primeras sospechas que vinculaban el asalto con los piratas, no se descarta la posibilidad de que el Galicia Spirit haya sido víctima de un ataque terrorista. Es una posibilidad que está investigando la unidad de la Armada del Reino Unido desplegada para proteger los intereses comerciales británicos, pues no hay que perder de vista que la naviera tiene sede en Glasgow.

Esa duda, de si se trata de un asalto pirata o un ataque terrorista, la reafirmaban ayer desde el puente del Galicia Spirit. Poco más explicó la capitana -española -del barco, que amablemente rehusó dar información porque «está todavía bajo secreto». Tampoco pudo concretar el número de gallegos que había a bordo -otras fuentes apuntan a que hay enrolados marineros de Barbanza- ni relatar cómo fue el incidente porque estaba «maniobrando» con el barco y pendiente del timonel.

En las oficinas que Teekay Shipping tiene en Madrid también declinaron comentar el incidente, limitándose a explicar que toda la tripulación estaba en perfecto estado y que el gasero había reemprendido su ruta hacia Egipto.

El metanero transporta GNL para Unión Fenosa Gas y estrenó Reganosa en el 2007

El Galicia Spirit transporta gas natural licuado (GNL) para Unión Fenosa Gas, una sociedad participada en un 50 % por Gas Natural Fenosa y por la energética italiana ENI. El metanero fue el primero que estrenó la regasificadora de la ría de Ferrol, en el 2007. Gas Natural Fenosa poseía el 21 % de Reganosa, pero en febrero pasado vendió su participación a la Xunta y al Grupo Tojeiro.

Fuentes de la compañía presidida desde hace unos meses por Isidro Fainé confirmaron que se había producido un «pequeño incidente» sin consecuencias. Sin embargo, para obtener más información remitieron directamente a Unión Fenosa Gas, que, en cambio, declinó ofrecer dato alguno sobre el suceso.

La empresa participada por Gas Natural Fenosa y ENI posee en Egipto, a través de la sociedad Segas, una planta de licuefacción de gas, situada en Damietta, en la costa mediterránea, aunque no la puede utilizar. Su otro socio en el negocio de Segas, el Gobierno egipcio, paralizó las actividades en el 2011, el año en el que estallaron las revueltas en el país africano. De hecho, la compañía española ha denunciado al Ejecutivo de El Cairo ante el centro internacional de arreglo de diferencias relativas a inversiones (el Ciadi), del Banco Mundial.

La paralización de Damietta obligó a la empresa española a provisionar casi 500 millones de euros en el 2015 para hacer frente al deterioro de sus activos.

El metanero fue construido hace doce años en astilleros coreanos y mide 280 metros de eslora.