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Galicia dirá a la cara a Bruselas que sus medidas técnicas entorpecen la pesca

espe abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Álvaro Ballesteros

Un informe advierte de que las normas de la UE amenazan con hundir el sector

08 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Estuvo años sin reunirse, pero una vez que lo ha hecho, después de la multitudinaria manifestación con la que en febrero el mundo del mar dio un golpe en la mesa de su consellería, el Consello Galego de Pesca demuestra que el sector está vivo y, sobre todo, que quiere seguir estándolo. Por eso no tendrá reparos en poner rumbo a Bruselas y mostrar a los técnicos de la Comisión que toda Galicia cree que esas normas hechas desde despachos no son operativas. Peor aún, están pensadas para no pescar, para entorpecer las tareas extractivas. Porque pretender imponer malla de cien milímetros al arrastre en el caladero del Cantábrico Noroeste es, en la práctica, pretender que no extraiga ni un solo pez del agua.

Así es que el pleno de ese órgano sectorial aprobó por unanimidad el informe sobre el reglamento de medidas técnicas realizado por el grupo de trabajo que en el seno de ese consello galego coordinó el secretario xeral de Pescagalicia, Torcuato Teixeira. Y el documento es muy claro. «Máis que a auga», dice. La misma que solo pescarían si se amplía el vano de la red para establecer en el Cantábrico normas generales que choquen «xa en orixe» con la realidad general de la actividad de la flota. Porque si un día se decidió que en ese caladero, por sus características, permitir la malla de 70 fue por algo justificado, como la forma de emplearla, la escasez de descartes, la variedad de especies objetivo... No puede venir ahora un reglamento a corregir la regionalización que se hizo antes de que la Comisión se plantease siquiera esa fórmula como método para gestionar la pesca.

Alegaciones

Las alegaciones del sector gallego entran tanto en las disposiciones del reglamento como en la misma definición de términos. Empezando por la misma explicación de lo que para Bruselas es un hábitat sensible. Según el grupo de trabajo, la definición que hace la Comisión «se empeña en arengar en contra del arrastre y no en regularlo», recogen en el trabajo. Sería, a juicio del sector, un ejercicio interesante que se encargase un estudio sobre «los efectos positivos que este arte tiene sobre determinados fondos marinos», que los tiene, según los armadores. Tampoco estaría de más revisar el concepto de pesca dirigida y de copo. En cuanto a este último vocablo, que es la parte trasera de la red de arrastre, advierten de que la explicación que dan puede hasta entorpecer la reparación de redes, al dar cabida a la interpretación de que no se pueden realizar remiendos con otras redes.

Reglamento de control

Animados por este impulso al consello, sus miembros se han puesto a evaluar también el reglamento de control, al que tras trece años de carné por puntos, preavisos de entrada en puerto y otras controvertidas disposiciones le ha llegado el turno de revisión. En este caso, el grupo de trabajo estará dirigido también por Torcuato Teixeira.

Sobre el reglamento de control, la Comisión hizo una consulta pública. La jugada de Galicia será la de entregar a Bruselas su propuesta cuanto antes. Ya disponen de un documento de trabajo que cerrarán en septiembre, cuando pretenden organizar un taller en el que participará la eurodiputada Isabelle Thomas, ponente del informe que tiene que elaborar la Eurocámara. Un foro en el que expondrán las complicaciones que crea tener que dar el preaviso de entrada en puerto con 4 horas de antelación cuando trabajan a una hora escasa de la costa.

El sector intenta aliarse con Francia y Portugal para gestionar el jurel y la xarda

Balfish es como se conoce al órgano que han formado los países que operan en el mar Báltico para implantar en esa área de pesca en la que los recursos están en situación crítica un plan plurianual para gestionar las especies de mayor interés comercial. Y es el modelo que la flota gallega se fija para explotar, si no todas las especies, al menos de las más disputadas por las flotas, como son la xarda y el jurel.

La intención de los gallegos es crear un órgano similar al Balfish para las aguas ibéricas y el golfo de Vizcaya. Para eso habría que embarcar a Francia y a Portugal en una aventura que tiene como objetivo implantar unidades de población específicas y gestionar en conjunto esas especies pelágicas que se explotan en aguas de los tres países.

El sector ya ha elaborado una hoja de ruta que pivota sobre el artículo de la política común de pesca que consagra la regionalización. Un apartado que recoge que «os Estados concernidos por unha zona específica e singular, como serían a VIIIc y IXa, poden propor á Comisión plans plurianuais». Lo que se persigue es crear un TAC (total admisible de capturas) específico para el jurel y la xarda que se captura en esos caladeros, diferenciado del que pescan escoceses, irlandeses, noruegos y daneses, para lo que se necesita la implicación de Administración y, sobre todo, científicos.

Según ese esquema, en septiembre tendrían elaborada la propuesta y, antes de finalizar el año, los tres países tendrían que suscribir un memorando de entendimiento para crear ese organismo regional.