Es la propuesta que hace la empresa Marine Harvest para evitar los estragos del piojo de mar
08 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El cultivo tradicional del salmón se ha vuelto poco más que imposible en Noruega. La aparición de un parásito que ataca a los ejemplares más jóvenes, causándoles la muerte, ha obligado al Gobierno escandinavo a aumentar las restricciones sobre la producción de esta especie en piscifactoría. El problema reside en que cuando un pez infectado escapa de la factoría, sus parásitos contagian al resto de salmones salvajes, lo que pone en peligro su supervivencia. Marine Harvest, primera productora mundial de especie, ha puesto sobre la mesa la posibilidad de construir balsas dentro de buques mercantes diseñados en principio para transportar carbón. El agua de las piscinas que se instalarían a bordo sería recolectada de las profundidades marinas, donde el parásito no puede sobrevivir.
El empeño por seguir cultivando salmón obedece a que los precios del producto no han dejado de subir en los últimos años, triplicando su cuantía desde el 2011 hasta llegar a los actuales 7,55 euros el kilo. La compañía busca beneficiarse de esta coyuntura, así como de las subvenciones que Noruega dará a los propuestas para evitar la plaga. Entre esos alicientes está la reducción del precio de la licencia para esas actividades de 10 millones a poco más de un millón de euros.
La medida además se aprovecha de la caída en un 94 % de los precios de este tipo de barcos mercantes. A esa bajada, se suma el hecho de que el principal accionista de la compañía salmonera es el magnate naviero John Fredriksen, poseedor de una de las mayores flotas de petroleros del mundo. El de Marine Harvest es solo uno de las decenas de proyectos planteados al Gobierno. De momento, Noruega solo ha aprobado el plan de SalMar (tercera empresa del país) para instalar una granja en alta mar, muy alejada de la costa, donde el piojo no resiste. Los problemas con el salmón no solo los sufre Noruega. En Chile, la aparición de una plaga de algas, que ahoga a los salmones al absorber todo el oxígeno del agua, ha obligado al Gobierno a tomar medidas que podrían repercutir en las exportaciones de salmón del país.
Como resultado, la producción ha caído un 7 % a nivel mundial en el último año. Chile es el segundo exportador mundial de salmón, donde Marine Harvest ha adquirido Acuinova, antigua filial de Pescanova en el país andino.