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El Vaticano pide a los Gobiernos más atención a los trabajadores del mar

La Voz MADRID / EUROPA PRESS

SOMOS MAR

«Sentados cómodamente en el sofá de nuestra casa, nos es difícil comprender hasta qué punto nuestra vida cotidiana depende de la industria marítima y del mar», indican

05 jul 2016 . Actualizado a las 06:40 h.

El Vaticano ha reclamado a los gobiernos y las autoridades marítimas competentes que aseguren el acceso de los trabajadores del mar, que pasan meses a bordo de buques, a las instalaciones y servicios en tierra que protejan su salud y su bienestar, como recoge la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Casi 1,2 millones de marineros provenientes de todo el mundo trabajan a bordo de los 50.000 buques mercantes que surcan los mares con casi el 90 % de mercancías que se transportan.

Así lo indican el presidente y el secretario del Consejo Pontificio de la Pastoral para los Emigrantes e Itinerantes del Vaticano, el cardenal Antonio Maria Vegliò y monseñor Joseph Kalathiparambil, respectivamente, en un mensaje con motivo del Domingo del mar, el próximo 10 de julio.

Los responsables de la Santa Sede recuerdan a los ciudadanos la importancia que tiene el trabajo de las gentes del mar y cómo la vida diaria depende de ellos. «Sentados cómodamente en el sofá de nuestra casa, nos es difícil comprender hasta qué punto nuestra vida cotidiana depende de la industria marítima y del mar», indican, al tiempo que enumeran algunos productos transportados en barco, como muebles, vestidos, comida o petróleo.

También mencionan a los trabajadores de los cruceros en los que los pasajeros «disfrutan y se relajan». «No nos damos cuenta de los miles de marineros que están trabajando para que todo salga bien y asegurarnos unas cómodas vacaciones», añaden.

Apuntan que en la reciente situación de emergencia humanitaria en el Mediterráneo, algunas tripulaciones de barcos mercantes han estado «en primera línea» para intervenir y socorrer a miles de personas que intentaban llegar a Europa a bordo de embarcaciones inflables abarrotadas de gente y no aptas para navegar.

Asimismo, advierten de los riesgos a los que se enfrentan los empleados del mar, como la bravura del océano o los piratas.