Centolla y buey de mar gallegos se van de las plazas, para dejar paso a la nécora y al regreso del pulpo
30 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Con el paso de hoja en el calendario cambiará también el catálogo de mariscos gallegos que pueden encontrarse en el mercado. Mañana desaparecen la centolla y el buey de mar de las pescaderías y de las plazas de abastos para hacer un hueco a la nécora, al lumbrigante y al pulpo, que la semana que viene harán su reaparición en los puntos de venta después de seis semanas de ausencia, en el caso del cefalópodo, y de seis meses en el de los crustáceos.
La extracción de centolla estará prohibida en toda Galicia después de que arranque la veda en el último tramo de costa que quedaba por cerrar, entre Corrubedo y Estaca de Bares, y de este punto al río Eo, incluida la ría de O Barqueiro. La captura de crustáceo ya estaba prohibida en el área sur de Galicia desde el pasado día 4.
«Non houbo queixa»
Tanto al norte como al sur de Corrubedo, la percepción sobre lo que ha sido la campaña de la centolla es la misma. En la costa pontevedresa aseguran que «non houbo queixa», mientras que en la franja costera de A Coruña hablan de temporada normal, «nin boa, nin mala».
Las estadísticas, sin embargo, reflejan una sensible mejora en el volumen de capturas, aunque un menor precio medio, por más que los ingresos, a consecuencia de esas mayores capturas, hayan subido.
En la temporada que finaliza mañana -va de noviembre a junio- se han subastado en las lonjas gallegas 333.654 kilos de este crustáceo, por los que se facturaron 3,5 millones.
Su precio medio fue de 10,5 euros el kilo, casi euro y medio por debajo de la campaña 2014-2015, en la que la media se situó en 11,9 euros. Claro que entonces las capturas fueron sensiblemente menores. La suma de capturas entre noviembre del año pasado y junio de este año supera en un 40,5 % la que se consiguió en la temporada anterior. Por tanto, la caída en el precio, un 13,3 %, ha sido más suave de lo que, en principio, hacía prever la ley de la oferta y la demanda.
Con todo, la flota ya da por finiquitada esta temporada y tiene la vista puesta en la siguiente, que se retomará a finales de año. ¿Cuándo? Esa es la cuestión que mantiene exaltada a parte de la bajura gallega. Según el plan de gestión que regula estas especies, la veda finalizará el 27 de noviembre en los puertos de A Coruña y Pontevedra, mientras que en Lugo se mantendrá hasta el 2 de diciembre.
Mientras en la costa lucense y en la franja coruñesa no ponen pegas al calendario, en los puertos al sur de Arousa discrepan con una apertura tan tardía para un recurso que, según afirman, está óptimo a principios de mes.
Situar el inicio de la campaña de la centolla tan a finales de mes supone graves perjuicios económicos para muchos pescadores, pues se pierden casi 15 días de la temporada más rentable para el recurso, cuando más valor alcanza la centolla en los mercados.