Un marinero de Cedeira denuncia que la mutua le dejó «tirado» en Las Azores

A. F. C. CEDEIRA / LA VOZ

CEDEIRA

Alejandro Pita García fue sometido a un cateterismo el lunes y el martes le dieron el alta

22 jun 2016 . Actualizado a las 11:17 h.

El cedeirés Alejandro Pita García, patrón de pesca del volantero de Cedeira San Román, que se encuentra en plena campaña del bonito por la falta de cuota de merluza, permanecía anoche en la isla de San Miguel, en el archipiélago de las Azores, después de haber sido sometido a un cateterismo, a la espera de que la mutua tramitara su viaje de regreso a España. Según su testimonio, el 14 de junio se sintió mal y fue evacuado al buque hospital Juan de la Cosa, del Instituto Social de la Marina (ISM), donde le detectaron una afección cardíaca y lo condujeron hasta la Illa Terceira.

De allí fue trasladado en avión a la isla de San Miguel, «porque no tenían medios para la intervención». En el hospital le practicaron un cateterismo el lunes y ayer por la mañana le dieron el alta. «Hasta aquí todo fue bien, sin ninguna queja», recalca. Las complicaciones empezaron al comprobar que el vuelo que, supuestamente, le había concertado Ibermutuamur, la mutua de la empresa armadora para la que trabaja, no era tal. «Me aseguraron que saldría a las 13.55 horas, con destino a Oporto, pero ahora resulta que me dicen que no, porque no estoy en condiciones de volar, cuando el informe que les enviaron del hospital da la conformidad para que pueda viajar sin ningún problema», explica.

Sin ropa ni alojamiento

Pita García, «muy nervioso» por la situación y sin los medicamentos que le prescribieron, trataba de encontrar anoche un lugar donde alojarse, porque la mutua, critica, «tampoco» le proporcionó un servicio de hotel, como le había notificado. «Estoy tirado en la calle, está lloviendo y no tengo ni ropa, porque llevo la misma con la que estaba faenando el día 14», lamentaba, «muy molesto» por el trato de la compañía. «Avisaron incluso a la armadora para que no siguiera llamando porque les colapsaba la línea», comentó, indignado por la respuesta.

Este tripulante del San Román se siente «abandonado» por la mutua y espera que hoy sí pueda volar a Oporto. «Eso es lo último que me dijeron, pero también me habían dicho que me pondrían un hotel y nada de nada», se dolía ayer.