La operación Raño se cierra con 42 investigados en Ferrol y Cambados

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Las cifras del operativo se completan con más de una tonelada de bivalvo decomisado y la incautación de numeroso material dedicado a la actividad furtiva, desde raños y capachos hasta trajes de neopreno

04 jun 2016 . Actualizado a las 11:05 h.

Alrededor del marisco tóxico de Ferrol hay toda una industria ilegal sumergida de un calado desconocido, pero importante. La Policía Autonómica ha constatado que existe no uno, sino varios grupos organizados que se dedican a la extracción y comercialización de bivalvos procedentes de zona C, bancos de los que, por su elevada carga microbiológica, no puede salir producto alguno para su consumo en fresco a no ser que pase un tiempo depurándose en un área de reinstalación en la que el nivel de bacterias E. Coli sea mucho menor.

Ni más ni menos que 42 personas están siendo investigadas -antes se diría imputadas- en el marco de la denominada operación Raño, una macrorredada en varias fases contra el furtivismo en la ría de Ferrol. Ese es el balance de la primera fase del golpe, que la Consellería de Vicepresidencia dio ayer por concluida emitiendo un comunicado.

Las cifras del operativo se completan con más de una tonelada de bivalvo decomisado y la incautación de numeroso material dedicado a la actividad furtiva, desde raños y capachos hasta trajes de neopreno y vehículos. Además, en el marco de las redadas también se levantaron 694 actas de infracción a la Lei de Pesca de Galicia.

Investigación

Detrás de la operación Raño estuvo el juzgado número 1 de Ferrol, que respaldó las actuaciones realizadas para investigar el modus operandi de esas bandas organizadas de furtivos. Así descubrieron que el marisco salía directamente de forma ilegal de zona C para las depuradoras, sin haber pasado por el proceso de reinstalación, ese paso imprescindible para que el molusco pueda llegar al mercado en fresco con todas las garantías higiénico-sanitarias. En lugar de en esa zona B, como mucho se depositaba momentáneamente en distintos locales, para posteriormente ser transportado. Su destino: el sur de Galicia. Porque la Policía Autonómica descubrió que el marisco de la ría de Ferrol salía al mercado legal a través de una depuradora de Cambados, la misma que registraron a principios de mayo los agentes y donde detuvieron a tres personas. Allí fue donde se requisaron los 1.100 kilos de bivalvo intervenido. El marisco fue enviado al Intecmar para ser analizado y se constató que presentaba unos niveles de E. Coli diez veces superiores a los permitidos por la ley.

Además de las instalaciones de la depuradora se registraron dos viviendas y dos locales en los que supuestamente se guardaba temporalmente el marisco. Allí se intervino gran cantidad de material dedicado a la extracción furtiva. Tanto, que fue necesario emplear dos camiones para trasladarlos de donde estaban.

Con esta actuación, la policía da por cerrado el círculo del circuito ilegal desde la extracción del bivalvo hasta su llegada al consumidor.