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Arranca la veda de la centolla y el buey de mar para los barcos que faenan entre Corrubedo y A Guarda

la voz

SOMOS MAR

RAMON LEIRO

Cofradías del sur critican que se retrase 20 días la reapertura de la campaña, hasta el 27 de noviembre

03 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A diferencia de lo que ocurre con el pulpo, que toda Galicia tiene que retirar las nasas del mar a la vez, la veda de la centolla -y de paso del buey de mar- va por partes. De sur a norte, para ser exactos. A partir de mañana, ya no podrán pescar esos crustáceos las embarcaciones que operen entre cabo Corrubedo y A Guarda. Son cerca de medio centenar las embarcaciones con base en puertos de esa franja de litoral que tienen los miños en su permiso de explotación (pérmex), arte que se emplea mayoritariamente para la captura de centolla.

Pero, a pesar de ese veto, todavía podrá seguir llegando ese crustáceo con origen gallego a las lonjas y mercados de abasto. Al menos durante un mes más, puesto que el resto del litoral gallego -en el que están autorizadas a emplear miños otro medio centenar de embarcaciones- tiene marcado el inicio de la veda para el día 2 de julio, no en vano también tardaron el año pasado más en retomar la campaña.

Un mes más

De esa manera, durante 30 días más, los barcos podrán continuar acercando a puerto 35 kilos de centolla por embarcación y otros 35 por cada tripulante a bordo.

El plan de explotación de este año ha incorporado una novedad en cuanto a las fechas de reapertura de la campaña. Tanto para la provincia de A Coruña como para la de Pontevedra -de A Guarda a Estaca de Bares- se podrán volver a dirigir los miños a la centolla el día 27 de noviembre. En la costa lucense habrá que esperar hasta el día 2 de diciembre.

Polémica reapertura

De nuevo la polémica está en la fecha de reapertura. Nada que decir en A Mariña, conformes con el día 2 de diciembre. Tampoco protestan demasiado entre Estaca de Bares y Corrubedo por el 27 de noviembre. Pero de ese punto hacia A Guarda se rompe el consenso. Especialmente críticos se muestran los marineros de O Grove, donde no comulgan con que la reapertura de la campaña se retrase 20 días en relación el año pasado. En el 2015 se levantó la veda el día 7 de noviembre y ya les parecía demasiado tarde.

Consideran en la cofradía meca que el pico de la campaña de la centolla es entre noviembre y el 6 de enero, que es cuando se paga algo por el producto. Así que recortar prácticamente tres semanas el período hábil de extracción en esa época les parece un desatino. Mañana mantendrán una reunión para decidir qué postura adoptan para tratar de recuperar un calendario de trabajo más parecido al del año pasado.