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El nuevo canal de Panamá cambiará el comercio marítimo mundial

Ramón Ares Noal
moncho ares PANAMÁ / ENVIADO ESPECIAL

SOMOS MAR

moncho ares

Sacyr resta importancia a las reclamaciones de dinero pendientes de resolución

26 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las obras de ampliación del canal de Panamá serán entregadas a la Autoridad del Canal el próximo martes después de siete años de trabajos a cargo del consorcio GUPC (Grupo Unidos por el Canal), en el que la empresa española Sacyr es mayoritaria, con el 42 % del accionariado. Se trata, a decir de los expertos, de la mayor obra de ingeniería del siglo XXI, y ha consistido en la construcción de dos complejos de esclusas de tres niveles, uno en el lado del océano Atlántico y otro en el Pacífico, para lograr que los buques atraviesen los 74 kilómetros del conducto superando un desnivel de 27 metros, cuya cota más elevada es el lago Gatún, en un tiempo de 18-20 horas.

Aunque el aspecto económico está todavía en el aire, puesto que quedan pendientes de resolver al menos un 80 % de las reclamaciones que el consorcio ha realizado por la sucesión de imprevistos y que superarían los 3.000 millones, las conclusiones en cuanto a finalización de la obra son de lo más optimistas, según el presidente de constructora española, Manuel Manrique, quien explicó que la ampliación supondrá un cambio en el comercio marítimo a nivel mundial.

Pero, ¿qué supondrá la construcción del tercer juego de esclusas para el canal de Panamá? El primero y fundamental, aumentar la capacidad de navegación por este estrecho hasta duplicarlo, situando el tránsito de mercancías en 600 millones de toneladas anuales ya que los nuevos conductos posibilitarán el paso de buques de mayor porte. La frecuencia de paso diario será de 19 barcos al día, uno más que por el canal antiguo., con lo que este paso tendrá una capacidad de tránsito para 37 diarios (contando los dos pasos). Se calcula que la Autoridad del Canal habrá amortizado la inversión en un plazo de diez años. El coste de la ampliación es de 5.000 millones.

En la construcción han participado 10.000 trabajadores de cuarenta nacionalidades, para cuya selección fue necesario realizar formación a más de 50.000 personas. Estas plantillas se repartieron entre las 74 empresas, 46 de ellas españolas (dos gallegas).