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Tailandia pide ayuda a Anfaco para esquivar la tarjeta roja de la UE

s. antón VIGO / LA VOZ

SOMOS MAR

Una delegación del Gobierno asiático se entrevistó con la cúpula de la patronal conservera en Vigo

06 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Tailandia es el primer productor de conservas de atún del mundo. Más de 700.000 toneladas de los 2,5 millones que se fabrican en el planeta salen de sus factorías. Pero ese liderazgo está completamente ensombrecido por unos sistemas de elaboración manifiestamente mejorables, como demuestra el hecho de que la Unión Europea le haya prorrogado por seis meses más una tarjeta amarilla que ya debería haber cambiado de color. «Tenían que haberle sacado ya la roja», sostiene Juan Vieites, secretario de la patronal Anfaco, que ha visitado varias veces el país y conoce de primera mano la situación de la mayoría de las fábricas.

Ayer fue una delegación de Pesca del Gobierno de Tailandia, encabezada por su director general, Chumnarn Pongsri, la que viajó a Vigo para entrevistarse con los directivos de Anfaco y visitar las instalaciones del nuevo centro tecnológico. Durante el largo encuentro, de más de tres horas, los políticos tailandeses plantearon a Anfaco la posibilidad de que les preste soporte técnico para esquivar la temida tarjeta roja, lo que significaría la prohibición de exportar sus productos a la UE, a la que ahora llegan unas 35.000 toneladas.

Dijeron ser conscientes de la abismal diferencia que separa las condiciones de trabajo en Europa y en su país. En este sentido, señalaron que están tratando de combatir la pesca ilegal, pero que se encuentran con dificultades y limitaciones que les impiden avanzar con la premura que les gustaría, por no hablar de los costes que suponen algunas medidas. Añadieron que están elaborando regulaciones que empiezan a trasladar al sector, pero que les está costando trabajo, lo que impide que se transformen en acciones inmediatas.

Observatorio de trazabilidad

Aprovecharon la visita los responsables de Anfaco, con Vieites a la cabeza, para exponerles los objetivos del Observatorio de Trazabilidad creado por la Fundación Clúster de Conservación de Productos del Mar que, entre otras cuestiones, impulsa la vigilancia y el cumplimiento de la normativa en aspectos como la sostenibilidad de los recursos, el respeto de los derechos humanos y laborales, y la calidad y la seguridad alimentaria.

Vieites subraya que es una «herramienta vital» al servicio de la industria para garantizar un verdadero level playing field (que las normas sean iguales para todos), de forma que a aquellos países que quieran operar en el mercado comunitario se les exija hacerlo en las mismas condiciones que rigen para la industria transformadora comunitaria.

Creado el pasado año, ha centrado sus trabajos iniciales en constituir el organigrama y perfilar cómo se van a realizar las tareas de campo, que estarán fundamentalmente centradas en los distintos países del sudeste asiático, principales incumplidores de las normas relativas al abastecimiento de materia prima.

 

Acuerdo comercial

Desde el 2014 y debido a la delicada situación que vive el país, permanece paralizado el proyecto de acuerdo comercial entre la Unión Europa y Tailandia. «Ahí el Parlamento Europeo estuvo muy activo», reconoce Juan Vieites, que recuerda que lo que denunciaban las oenegés en materia de derechos humanos «era muy grave».