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Caos en la flota al colapsar el sistema del diario electrónico de pescasistema obligatorio

espe abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

PEPA LOSADA

Madrid se vio obligada a permitir salir a los barcos sin avisar del inicio de marea

29 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Tarde de infarto la del miércoles para la flota de más de 12 metros del Cantábrico, de Gran Sol y hasta para la que faena en la NAFO y otros caladeros más lejanos, que no pudieron dar preavisos de entrada en puerto, enviar sus datos de captura, comunicar el fin de marea y demás información que por ley están obligados a facilitar diariamente debido a que colapsó el sistema informático del diario electrónico de a bordo (DEA).

Ahora que se sabe que el origen del fallo estaba en Madrid, la preocupación es otra, muy diferente a aquella angustia rayana en la desesperación que en un primer momento invadió a patrones y armadores al comprobar que no conseguían transmitir la información obligatoria. La alarma saltó a media tarde del miércoles, cuando los barcos del día trataban de enviar los datos y, aunque el correo electrónico salía, no conseguían obtener las confirmaciones de que se había recibido el mensaje. Con el mismo problema se encontraron poco más tarde los buques de Gran Sol, obligados a transmitir la información de la jornada antes de medianoche. El correo figuraba como enviado, pero no llegaba la confirmación de la recepción. Y en Madrid, donde se controla la llegada de los datos, aseguraban que el problema no era suyo.

Fallo de la vía alternativa

La inquietud creció cuando se decidió recurrir a la vía alternativa habilitada por si no funciona la comunicación desde el mar, que consiste en transmitir los datos por teléfono. Pero tampoco funcionaba este canal.

Solo cuando la flota comenzó a percatarse de que el problema era generalizado se rebajó la ansiedad del colectivo. Y más cuando desde la Secretaría General de Pesca informaron de que se trataba de un problema achacable a la Administración y enviaron instrucciones para resolver -aunque más preciso es parchear- el problema. Una solución que pasa por descargar un archivo, descomprimirlo, cortar, pegar... Esto es, una salida que requiere de la pericia informática del usuario, un usuario que, en algunos casos, es un patrón de pesca que faena en aguas de otro país y que desconoce si, de llegarle una inspección, el agente de ese socio comunitario entenderá que si no ha enviado los datos es porque no le ha sido posible y no porque no ha querido.

En todo caso, unos pudieron arreglar el sistema, pero otros no. Así que a la Secretaría General de Pesca no le quedó más remedio que enviar, a media mañana de ayer, de forma excepcional una dispensa generalizada de comunicar el inicio de marea. Eso sí, aclarando que las declaraciones «han de seguir realizándose y grabándose en el DEA del buque y ser transmitidas a posteriori una vez las comunicaciones estén correctamente restablecidas». Y, de paso, que de vez en cuando le vayan dando al transmitir los mensajes, por si ya se ha recuperado el sistema.

«O susto foi grande», apuntan desde el sector. Y aún está por ver en qué acaba. Madrid no ha aclarado el origen del fallo informático y si unos especulan con que fue debido al cambio de unos servidores y otros apuntan a la saturación de una cuenta de correo antigua que se seguía usando, lo cierto es que ha variado la dirección IP y, como la mayoría de los barcos tienen limitadas las comunicaciones por satélite a determinados números, es precio contactar con el proveedor de servicios para poder dar de alta la nueva.

Otra queja del sector es la falta de personal en el centro de seguimiento. Se reclama que se reforzar la plantilla, sobre todo en casos de emergencia.

Sistema obligatorio

El DEA es un sistema electrónico de grabación y transmisión de los datos de pesca que deben facilitar los patrones de los buques. Salvo algunas execepciones, están obligados a llevarlo los pesqueros de más de 12 metros de eslora.