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La Comisión certifica que la UE no hace «finning», pero elude cambiar la ley

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Emiliano Mouzo

La práctica consiste en cortar la aleta al tiburón y tirar el cuerpo al mar

16 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La Comisión Europea adoptó ayer un informe con el que certifica que la flota de la Unión Europea no hace finning -como se conoce a la práctica de cortar la aleta al tiburón y tirar el cuerpo al mar- ni en las aguas comunitarias ni en los caladeros internacionales. Señala, asimismo, que en los pocos casos en los que los Estados han identificado infracciones en sus inspecciones estas han sido leves.

A Bruselas no le cabe duda de que esos avances están ligados con la implantación de la política de aletas adheridas que a partir del 2013 eliminó la posibilidad de expedir permisos especiales a la flota para poder cercenar a bordo la aleta del tiburón. Y por eso está decidida a continuar promoviendo activamente la adopción de esa política de aletas adheridas por parte de aquellos países que todavía no la han incorporado en su legislación para que la norma adopte carácter internacional y mitigar así la desigualdad de condiciones en que ahora se mueve la flota comunitaria.

En este último aspecto, la Comisión no profundiza demasiado. Se escuda en que no todos los Estados miembros han aportado sus informes -14 países de 23 presentaron estudios completos y 3 no enviaron absolutamente nada- para justificar el tener que seguir supervisando la situación y sus consecuencias económicas, aunque abre la puerta a emplear el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) para mitigarlas.

Cae así en saco roto el exhaustivo informe que envió España sobre los efectos nocivos y costes añadidos de la política de aletas adheridas, un temor del que la Comisión «se hace cargo».