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La flota gallega dejó de ingresar 1.800 millones por no pescar cuotas sobrantes

Jorge Bravo VIGO / LA VOZ

SOMOS MAR

M.MORALEJO

Armadores de Vigo calculan que en 7 años los socios desperdiciaron un millón de toneladas

07 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La falta de cuotas pesqueras ha llevado a la flota gallega a abanderarse en Francia -hasta 130 buques se han exportado desde 1986- o, en el peor de los casos, a desguazarse. Esta situación, cree la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi), se podría haber evitado si los países miembros de la Unión Europea intercambiasen las cuotas que no consumen en vez de «guardarlas en los despachos», dicen desde la entidad.

El estudio que presentan los armadores vigueses en el libro La puesta al día del sistema de TAC y cuotas ante la prohibición de los descartes cifra en un millón de toneladas de pescado las que se han dejado de capturar de las principales 20 especies comerciales en siete años. La cifra no es pequeña. Menos si se atiende a su traducción económica, que llega «a los 1.883 millones de euros» explicó José Antonio Suárez Llanos, impulsor del texto y gerente adjunto de Arvi.

Los armadores tienen claro que se debe crear un sistema de aprovechamiento de cuotas, pero, asegura Suárez Llanos, «la Comisión mira para otro lado, porque es la única excepción que hay en la política del mercado único, los derechos de pesca, que siguen en mano de los Estados miembros». Al no haber «un control a nivel común», hay muchísimas cuotas «que se despilfarran».

El desguace de barcos «supuso 623 millones de dinero público europeo». Y la mayor parte de los buques gallegos, por la «falta de cuotas», se han marchado a Reino Unido, Irlanda o Francia en una suerte de «deslocalización», apuntó Suárez Llanos, al tiempo que hay países que no consumen «ni un 20 % de sus cuotas por especies».

Como ejemplo de posible actuación, Suárez Llanos mostró los acuerdos con países ajenos a la Unión Europeo. «La Comisión, si firma un acuerdo de pesca y sobran capacidades de la flota española, obliga a que se las des a otro Estado miembro porque es dinero público invertido en un país como Mauritania». Este principio, lamenta Suárez Llanos, no existe para las aguas comunitarias. También señala que no hay un principio de solidaridad dentro de la UE: «Parece que si se hunde una flota, mejor, menos competencia», dijo.

Reflexión de las instituciones

Desde Arvi piden que se abra una reflexión «de la opinión pública y las instituciones», especialmente de la Comisión, «que lo sabe y no mueve ficha», y se dé una solución a un problema que viene ya, como el que traerá «la obligación de desembarque y la escasez de cuotas», señala Suárez Llanos. Javier Touza, presidente de la cooperativa viguesa, aseguró que, con este y otros informes, podrán «argumentar nuestras reclamaciones ante Bruselas», pidiendo más solidaridad entre países.

Algunas de las especies que más cuota quedó sin pescar son, por ejemplo, el rape, del que sobraron en el 2014 (último del estudio) 9.837 toneladas. De ellas, 6.000 fueron desaprovechadas por Francia y 1.892 por Bélgica. De merluza, quedaron sin usar 17.000 toneladas, casi la mitad de Francia. Y de bacalao no se capturaron 44.258 toneladas, dejando Dinamarca en los despachos 8.400; Alemania, 4.425; Francia, 4.500; Suecia, 11.100, y Portugal, 1.380.

Mar decidirá en mayo la estrategia para tumbar el principio de la UE que rige el reparto

El principio de estabilidad relativa PER, creado por la UE en el año 1983, es la base del reparto de cuotas. El PER garantiza que las posibilidades de pesca se distribuyan de modo que se garantice «la estabilidad relativa de las actividades pesqueras». España lo ha recurrido porque merma la capacidad de la flota, especialmente de la gallega. La Xunta ha analizado con el Instituto Universitario de Estudios Europeos Salvador de Madariaga la fórmula jurídica con más posibilidades para ir a los tribunales de la UE.

La Conselleira do Mar, Rosa Quintana, reunirá al sector pesquero en mayo para plantearle el estudio que han realizado y decidir la hoja de ruta. Hay que ver «que desexa o sector, si ir só ao recurso, ir sector e Xunta, ou só a Xunta», explica Quintana. La conselleira destacó que la argumentación que llevarán a la UE será la de que, con la imposibilidad «de descartar, se nos aboca a imposibilidade de cumprir con ese mal chamado principio de estabilidade relativa».

«Necesitabamos ter os argumentos dos impactos sociais e económicos e destas capacidades de pesca que se perden ano tras ano; temos isto xa recollido e o análise feito», explica la conselleira, que espera que, con los datos que se presentarán, «se nos faga caso, porque con esta política de descartes incúmplese o principio de estabilidade relativa». Eso sí, por si falla el plan A, Quintana afirma que hay que «seguir traballando para conseguir a maior flexibilidade posible da obriga de desembarco de todas as especies».