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La gestión de la anchoa abre otro frente entre el cerco y la federación de cofradías

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

monica ferreiros

Acerga acusa a la entidad de aceptar un acuerdo perjudicial sin consultar al sector

04 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) se ha llevado las manos a la cabeza al conocer el acuerdo al que han llegado las organizaciones de productores de todo el Cantábrico para gestionar este año las capturas de anchoa en la zona VIIIc, que se extiende entre Fisterra y el País Vasco. Por Galicia ha firmado Opaga (Organización de Productores de Galicia), brazo comercial de la Federación Galega de Confrarías, dando así su bendición a unas reglas de gestión que, a juicio de la principal organización cerquera de Galicia, perjudica a la flota de la comunidad, que vuelve a salir mal parada en el seno de Opescantábrico, que agrupa a los productores de Vizcaya, Guipúzcoa, Cantabria, Asturias y Galicia.

La primera disconformidad surge en cuanto al límite de capturas impuesto. Para hacer que las 30.000 toneladas de este año duren el mayor tiempo posible, así como para regular la oferta en el mercado y evitar caídas bruscas de precios, las agrupaciones del Cantábrico -Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco- han pactado limitar a 10.000 kilos por embarcación y día para aquellas que tengan más de 120 GT (toneladas de arqueo) o doce tripulantes; y 8.000 para las que se muevan por debajo de esos parámetros. Total, que por el lado de los GT, la mayoría de los barcos gallegos recibirían 8.000, puesto que solo uno supera los 120, aunque por el número de tripulantes sí tendrían opciones a esos 10.000 por barco y día.

Pero no es ese el único reproche. El malestar es mayor por la reserva de cuota que se ha hecho para que se pueda pescar la especie en el segundo semestre. Acerga discrepa con que solo se haya dejado un 10 % de esas 30.000 toneladas para cubrir las capturas que se realicen entre el 1 de julio y el 31 de diciembre. Aparte de que para esa fecha los topes de 10.000 y 8.000 se reducirán a 4.000 y 3.200, dependiendo de si se trata de un barco mayor o menor de 120 GT, o tiene más o menos de 12 tripulantes.

Falta de cuota

«Xa non chegaba con que esteamos nós pagando por unha sobrepesca de xarda que non fixemos como para que agora nos discriminen á hora de xestionar a anchoa», se lamenta Andrés García, portavoz de Acerga. Y es que, como recuerda García, si se repite lo de los últimos años, la flota gallega está condenada nuevamente a tener que dejar pasar por delante unas anchoas de tamaño formidable por falta de cuota. Ocurrió el año pasado y también el anterior. Después de una costera de primavera en la que predominaron los ejemplares pequeños, en verano, cuando la especie se dejó ver por aguas gallegas, lo hizo en abundancia y en unas dimensiones por las que se pelean las conserveras dedicadas a productos gourmet y de alta gama. Por eso temen que esas 300 toneladas no lleguen a nada. Como ocurrió el año pasado y también el anterior.

Acerga ha expuesto su malestar a la Federación Galega de Confrarías, a la que reprocha haber suscrito un pacto lesivo para la flota gallega y, sobre todo, cuando esa rúbrica se estampó sin consultar al sector, «ás empresas afectadas».

Lamentos tardíos

La firma por parte de Opaga llevaba la de Basilio Otero, presidente de la Federación de Lugo, quien se extraña de que Acerga proteste ahora y no cuando, tras firmar el pacto, la federación reunió a las asociaciones de cerco para trasladarles el acuerdo. Según dice, el presidente de Acerga no puso entonces objeción y la única alegación que se presentó fue la de pedir un adelanto del 10 % con cargo al año que viene si aparece en el caladero anchoa de más de 40 piezas en un kilo. Otero subrayó que se consultó al sector gallego que participa en la costera en el País Vasco.

El presidente de la federación, Tomás Fajardo, aclaró que Galicia se abstuvo, no votó a favor del acuerdo, pero «as decisións se toman por maioría». Añadió que la reunión fue tensa y las posiciones estaban muy marcadas. Tanto que consideran que ha sido todo un logro haber arrancado esa reserva del 10 % cuando los demás no querían dejar nada para el segundo semestre. Y no ocultó que mucho de ese malestar es porque vascos y cántabros consideran desleal la actitud de Acerga al pedir el año pasado un adelanto del 10 % de la cuota de este año sin consultar al resto de las comunidades.