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A mar con «revoltura», ofertas en la pescadería

e. abuín, a. gerpe, r. estévez REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

El mal tiempo pondrá fin a una bajada de precios del pescado en la que se confabularon abundancia y carnaval

10 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El Carnaval no es, desde luego, el mejor momento para el pescado. En estas celebraciones, lacones y chorizos atraen más la atención del consumidor que merluzas y salmonetes. Y aunque en esta temporada está más concurrida la carnicería que la pescadería, no es una menor demanda lo que ha provocado la bajada de precios, según afirman los profesionales. Lo que ha hecho que en algunos locales la merluza del pincho pudiese comprarse a menos de 7 euros, que se pudiese encontrar el rape de oferta a 8 euros, que el chopo se subastase a 4 euros en la lonja o que se parase la robaliza a 3, es la abundancia de pescado.

Este temporal que ha acabado por dar vacaciones forzosas a la flota, obligada a amarrar, ha estado precedido de temporadas de mar de fondo que han traído las tan deseadas revolturas, que han hecho salir a pescados y mariscos para caer en las redes de las embarcaciones. «Houbo moito de todo, chopo, lenguado, lubina... e o peixe baixou bastante», señalan desde la lonja de Ribeira.

«La semana pasada y la anterior hubo mucho pescado», corrobora Rosi, placera de Vilagarcía. «Después de un temporal, si se mantiene el buen tiempo, aparece pescado de arrastre, lenguado, rodaballo... Son meses, después de las Navidades, que son malos. La cuesta de enero y febrero es mala época. Además, con los carnavales y el frío, la gente se tira al cocido y se vende menos en la plaza», explica la pescantina. Ahora bien, admite que la gente aprovecha la bajada de precios para comer ahora pescado plano, como rodaballo, lenguado, coruxo u «otros pescados planos que no suele comer».

Ese género bajó en torno a un 10 %. Es el caso del lenguado, que de pedirse entre 30 o 35 euros, está ahora a 20.

«Moita abundancia»

La placera ribeirense Balbina Triñanes señala que la abundancia de pescado de las últimas jornadas motivó el descenso de precios. Pone como ejemplo el chincho, que a finales de enero se pagaba a 40 euros la caja y ahora cuesta la mitad. Indica que los carnavales inciden en que se reduzca un poco la venta de pescado, pero recalca que no es una disminución significativa: «Máis ou menos algo vaise facendo».

Esta profesional, con muchos años de experiencia en el sector, recalca que el incremento que experimentó el pescado después de la época navideña tuvo su origen en que la lonja estaba prácticamente desabastecida. Ahora apunta que la oferta es muy variada y que las cotizaciones van a la baja.

Lo más probable es que los chollos se acaben. El mal tiempo que ha amarrado la flota y el fin de los carnavales harán que el pescado suba enteros