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Poca sardina para mojar pan

espe abuín REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

SIMÓN BALVÍS

Portugal y España limitan a 10.000 las toneladas que se podrán capturar en el primer semestre del año

08 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace ya tiempo que en San Xoán el pan lo moja el churrasco, no la sardina. Y por ahora todos los indicios apuntan a que dentro de cinco meses volverá a encumbrarse al criollo en esa noche en la que solía reinar el pelágico. Es pronto, cierto. Pero entre que el stock, según los científicos, está en su nivel histórico más bajo, que los cupos para este año son aún más reducidos que el pasado y que, por tanto, los precios más que por las nubes estarán en la estratosfera, pocas oportunidades parece que tendrá de recuperar la corona como reina de la noche meiga.

Aunque no todo está perdido. La sardina tiene una oportunidad si se consolida esa apreciación que han tenido los científicos portugueses, que hablan de «señales alentadoras» en la evolución de la especie pesquera. Y si se confirma en las campañas que en primavera revisan el estado del stock ese «desarrollo positivo» del que hablan los biólogos, los asesores científicos de la Comisión podrían revisar el tope impuesto y elevar el nivel de capturas en el segundo semestre del año.

Mientras, el sector se prepara para lo peor. Para un año de estrecheces en el que tendrán que dosificar al máximo esas 14.000 toneladas que España y Portugal han pactado desembarcar con el beneplácito de las autoridades de Bruselas. «Se 19.000 toneladas foron escasas, ¡que decir de 14.000!», argumenta Andrés García, patrón mayor de Sada y portavoz de la Asociación de Armadores del Cerco de Galicia (Acerga).

García sostiene que ese recorte era innecesario, porque esas 5.000 toneladas «non lle van a afectar á recuperación do stock» y, sin embargo, sí supone un gran esfuerzo para la flota, que ya sufre estrecheces en otras pesquerías, como la de la xarda.

Esa reducción del cupo ha obligado a revisar el plan de gestión de la sardina atlántica y a replantearse las normas de gestión y los topes de captura por barco y semana. Porque no hay que olvidar que esas 14.000 son para todos, para lusos y españoles. Y de la parte que corresponde a España -todavía no fijada- aún hay que hacer otra división: el 60 % para las comunidades del norte -de Galicia al País Vasco, porque para la sardina no existe esa frontera que es Fisterra para las zonas VIIIc (Cantábrico Noroeste) y IXa (golfo de Cádiz)- y el 40 % para Andalucía.

¿Descompensado? Puede. Pero «os andaluces só teñen dúas pesqueiras importantes, o boquerón e a sardiña, e todos temos que pescar e vivir», señala el patrón mayor de Sada.

Por si acaso

De esas 14.000 toneladas, en este primer semestre solo se podrá consumir el 72 %, 10.000 toneladas. Con eso se garantiza que si en primavera no se materializan esas «señales alentadoras» que percibieron los biólogos portugueses y, por tanto, no se revisa al alza la cuota, quede cupo para que se pueda pescar sardina de agosto en adelante.

Y a despedirse de los 6.000 kilos de sardina por embarcación cada semana. Este año habrá que hacer otro agujero al cinturón. Cada barco podrá desembarcar semanalmente 3.000 kilos de sardina. Claro que eso será a partir del 1 de marzo, puesto que ahora mismo la especie está en veda desde principios de diciembre.

El xeito, sin veda

Si la hay en el mercado -y es de procedencia legal- es porque la han pescado los barcos del xeito, que no tiene prohibida su captura este mes. Eso sí, también para estos barcos artesanales ha habido una revisión a la baja. Si el año pasado disponían de 200 toneladas, para este se le han habilitado 175. «Somos conscientes de que hay que facer un esforzo, porque a sardiña está mal, pero é demasiado; todo son estreiteces», se lamenta Andrés García, que sigue echando de menos mayor sensibilidad socioeconómica por parte de las autoridades.

El paro biológico, una opción poco atractiva para la flota

Tanto las autoridades estatales como las autonómicas pusieron sobre la mesa la posibilidad de establecer un paro biológico para recuperar la sardina. Es una opción, pero no despierta demasiado interés entre los armadores de la flota de cerco. «Nin nolo plantexamos, tería que ser como ultimísimo recurso», apunta el portavoz de Acerga. Y es que los plazos de la Administración para aprobar y conceder las indemnizaciones por la paralización son tan dilatados que hacen que el amarre temporal pierda totalmente su atractivo: «Houbo xente que tardou máis de un ano en cobrar o do último paro». Y eso, en unas economías maltrechas por varias campañas de recortes de cuota, es difícil de aguantar. Así que la flota prefiere salir al mar e ir alternando las especies para las que está autorizado. Que si jurel, que si boga, que si xarda, que si cabalón... «Sobre todo cabalón», dice no sin sorna Andrés García, puesto que es una de las pocas variedades sin cuotificar; esto es, que no hay límites establecidos para su captura.

La mayor parte de la flota gallega de cerco, 120 embarcaciones, acaba de empezar la campaña este año, después de tres meses amarrados en protesta por un reparto de cuotas del todo desequilibrado. Y si cuando pararon, allá a mediados de octubre del ejercicio pasado, «estaba o mar cheo de xurelos», ahora no se ve ni uno. «Estaban os baixos plagados de xurelos, pero se retiraron e agora non se ven», explica el patrón mayor de Sada.

Algo de esta especie se está pescando por la zona de Pontevedra, pero por el norte de Galicia no aparece. La flota suple la falta de ese pelágico pescando melva y bonito atlántico, también conocido como albacora, que está salvando un poco la campaña.