La flota del Cantábrico tiembla con los recortes en merluza, gallo y rape

La satisfacción por el resultado del último Consejo de Ministros de Pesca, en el que se fijaron los totales admisibles de captura (TAC) y las cuotas para el 2016, va por barrios. Los armadores de Gran Sol aplauden efusivamente. El golfo de Cádiz, lo hace casi con la misma intensidad. El cerco asiste indiferente a un resultado regular -con subidas en jurel y anchoa y bajada en la caballa-, envuelto como está en la guerra por el cambio del reparto por barco. Y el Cantábrico Noroeste tiembla ante la galerna que se avecina.

La euforia española por haber conseguido desactivar el obús que Bruselas lanzaba directamente a la línea de flotación de volanteros, palangreros, arrastreros y barcos de artes menores en forma de propuesta de recorte del 62 % de la merluza ibérica hizo perder de vista a las autoridades que finalmente se firmó una rebaja. No de dos tercios, pero sí de un cuarto, mitigado por el 3,5 % en que se subió el cupo para cubrir los descartes que antes se hacían y que, a partir de ahora, habrá que desembarcar. Top-ups, que se llaman. O cuota de compensación.

Bajadas más suaves

En definitiva, la flota que opera en el caladero del Cantábrico Noroeste dispondrá de un 21,5 % menos de merluza, un 14 % menos de rape y un 1 % menos de gallo. Bajadas mucho más suaves, es cierto, que las que planteaba el comisario Karmenu Vella en su propuesta: 62 % para la merluza, 19 % para el rape y 26 % para el gallo.

«O resultado, o vistan como o vistan, é desastroso. Non da nin para medio sorriso». Torcuato Teixeira, secretario xeral de Pescagalicia fue muy crítico con los recortes para el Cantábrico, especialmente con el de la merluza, «fundamental para flotas como a volanta, o palangre o arrastre...», pero también con la de la xarda (-15 %) una rebaja que cree «sen fundamento».

Tampoco está satisfecha la bajura. «Non hai motivos para que a flota artesanal esté contenta», valora Tomás Fajardo, presidente de la Federación Galega de Confrarías. «Co susto que nos meteron no corpo con iso de que ían rebaixar a pescada un 62 % no parece tanta a redución dun 21,5 %, pero é importante». Y más si se suma a las del rape, el gallo y la multa por sobrepesca que se está pagando por la raya.

Mejora general

La Cooperativa de Vigo, con flotas tanto de altura como de litoral y bajura, el balance es tripolar. En general, hay una ligera mejoría, del 2,5 %, pues en el cómputo total se ganan 6.000 toneladas. Pero es al descender al detalle en cuanto se encuentran los matices: «Los resultados son buenos para Gran Sol, malos para el litoral y regulares tirando a buenos para el cerco». Es la valoración de José Ramón Fuertes, gerente de la institución, que admite que fue una negociación complicada.

Quizá por eso quienes estuvieron en primera línea de ese tira y afloja se muestran magnánimos y comprensivos con las autoridades. Es el caso de Javier Garat, secretario general de Cepesca, que seguir las 16 horas de dura negociación es consciente de que «con lo que se vino de Bruselas era todo lo que se podía conseguir». Y bastante bien parada ha salido la flota, pese a las dolorosas excepciones.

Así es que para la conselleira do Mar el acuerdo sobre las cuotas «cumpre as expectativas». Rosa Quintana mostró ayer su «satisfacción moderada» porque considera que «a maior parte da flota pode abordar o 2016 con expectativas de seguir a manter unha boa actividade económica». No obstante, estima que la reducción del 22 % en el tope de capturas de la merluza es «dura» y le hubiera gustado que fuese menor. En cuanto al resto de especies, aseguró que las cuotas fijadas en la UE permiten abordar el futuro con garantías «grazas ao enorme esforzo negociador» del Ministerio de Agricultura en Bruselas.

En lo que respecta al sector del cerco, Quintana ve un «escenario positivo», pues ha subido el TAC de jurel y espera que la flota vea «o traballo realizado pola Xunta para favorecer a este sector aportando datos e argumentos».

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