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La UE limita al 22% el tajo a la cuota de merluza ibérica

PESCA Y MARISQUEO

España consigue amortiguar la caída del gallo y rape del Cantábrico hasta el 1 y el 14% respectivamente

16 dic 2015 . Actualizado a las 08:30 h.

Dieciséis horas de negociaciones ininterrumpidas fueron necesarias ayer para que los ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea sellasen un acuerdo definitivo de la pasada madrugada para el reparto de cuotas de pesca en aguas del Atlántico en el 2016.

La batalla por el futuro del sector estaba servida. A pesar del negro horizonte que se pintaba para la flota, España logró aplacar la propuesta intransigente que puso la Comisión Europea sobre la mesa de los ministros. «Estamos muy satisfechos con el resultado», resumió la ministra española de Agricultura, Isabel Tejerina, al término de la reunión en la que España hizo valer el peso de su flota para conseguir arañar un montante global de 5.200 toneladas más que el pasado año.

La dura negociación que plantó el comisario europeo de Pesca, Karmenu Vella, no logró persuadir a Tejerina, quien acudió a la capital belga con un objetivo principal en mente: Reducir al mínimo posible el tijeretazo a la cuota de la merluza, el gallo y el rape ibéricos.

Para lograrlo, la delegación española echó mano de informes socioeconómicos con los que apoyar su demanda de aplazar el alcance del Rendimiento Máximo Sostenible (RMS), fijado por Bruselas para el 2016 «cuando fuese posible». Habrá prórroga hasta el 2018, permitiendo al sector esquivar las pronunciadas subidas y bajadas que ponen en riesgo la estabilidad de su actividad. Pero Vella lanzó una advertencia para los que piensen que habrá más aplazamientos y se sientan tentados a postergar sus deberes: «Nos interesa a todos evitar grandes descensos al final del período». 

A pesar de que Bruselas finalmente cedió y abrió la mano, nada pudo librar a la flota del Cantábrico de los recortes. La escandalosa y desproporcionada reducción del 62% que proponía Bruselas para la merluza del sur finalmente se quedará en el 22%. España dispondrá en el 2016 de 6.946 toneladas frente a las 8.848 de este año. Hay que irse hasta las aguas del Atlántico Norte para comprobar el aumento de cuota del 19% para la misma especie hasta las 17.870 toneladas. 

Los esfuerzos por meter en cintura a la Comisión dieron sus frutos con el gallo ibérico que ayer rebajó su recorte de TAC previsto del 26% al 1%, quedándose prácticamente en valores del 2015 y pasando de 1.271 a 1.259 toneladas para España. Menos suerte han corrido las posibilidades de pesca del rape del stock sur, que solo pudo amortiguar el golpe del -19% al -14%, lo que se traduce en 349 toneladas menos para la flota española. La UE también confirmó el tajo de un 15% a la xarda ibérica para la que habrá reservadas 33.748 toneladas. 

Más jurel

La mejor noticia, especialmente para la flota del cerco, fue la confirmación de la subida de TAC para el jurel del Cantábrico y Noroeste. Tras pasar las tijeras el pasado año, en el 2016 la cuota aumentará un 27%, el mismo porcentaje que el jurel del Golfo de Vizcaya. La flota dispondrá de 15.441 toneladas en contraste con las 12.159 del 2015. Para el stock en aguas de Portugal también habrá un incremento del 15% hasta las 17.744 toneladas. 

El sector, entre el alivio y la resignación

«Siendo realistas, era difícil conseguir algo más». Así valoraba ayer los resultados el  presidente de la Confederación Española de Pesca (Cepesca), Javier Garat, consciente de la durísima batalla que se libró tras los muros del Consejo. «La ministra y el quipo han hecho un buen trabajo teniendo en cuenta que el punto de partida era muy complicado», reconoció antes de mostrarse aliviado por haber logrado acotar el tajo del 62% a la merluza sur, tal y como proponía el equipo de Vella. 

«Estamos preocupados por la situación biológica pero las reducciones siempre son dolorosas»,añadía el representante de la flota de Celeiro, Jesús Lourido. El sector pesquero gallego no se quería conformar con un acuerdo descafeinado. No este año. Se avecinan curvas en el 2016 con la prohibición de descartes para especies demersales de vital importancia para la flota, la incertidumbre domina el horizonte. «Lo que pedimos es que no haya vaivenes para poder amortiguar el impacto socieconómico, de lo contrario, el sector difícilmente podrá aguantar», apuntó Lourido. «Lo que se ha ofrecido es insuficiente (...) Quiere hacerse una reducción tan amplia que colapsa al sector», advertía ayer la gerente de la Organización de Productores Pesqueros de Lugo, Mercedes Rodríguez Moreda, horas antes de conocer los resultados.

Desde la organización ecologista Oceana, las impresiones son bien distintas. Acusan a los ministros de no querer frenar la sobrepesca y califican de «decepcionante e insuficiente» un acuerdo que refleja «que sigue habiendo una brecha entre la política y la ciencia que no solo amenaza la explotación sostenible, sino también la prosperidad de las actividades pesqueras».