Esposas, madres e hijas de los marineros acampados frente a la Xunta se suman a la protesta para reclamar más cuota
13 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Un centenar de mujeres llegadas desde Bueu, Malpica, Cariño, Portosín, Sada, Vigo, Porto do Son y de todos los puertos de Galicia con flota del cerco acudió en la tarde del viernes al campamento que los marineros de esta flota tienen instalado desde hace hoy 53 días frente a la sede de la Xunta en San Caetano para demandar un reparto más justo de la cuota del jurel y la xarda. Las mujeres pasaron la noche allí con ellos para apoyar a sus maridos, a sus padres, a sus hijos y a sus hermanos y apenas pudieron dormir atenazadas por el frío, la incomodidad y la enorme preocupación que les provoca el que los barcos que dan de comer a sus familias hayan visto radicalmente disminuidos sus ingresos en los últimos años.
Habrían acudido más, pero muchas tuvieron que quedarse cuidando de los niños o de los mayores enfermos. No pudieron dormir en el campamento, como les habría gustado, pero algunas sí llegaron el sábado por la mañana para participar en los actos programados para reclamar más cuota para el cerco gallego. Durante el día recibieron la visita del portavoz nacional del Bloque, Xavier Vence, y de la representante de esta misma formación en Bruselas, Ana Miranda, así como de la alcaldesa de Moaña, Leticia Santos, también del BNG. Estaba también previsto que acudiera José Blanco, eurodiputado del PSOE, y hoy se presentarán también para mostrar su respaldo los patrones mayores de la flota asturiana, también afectados por un reparto de la cuota que favorece claramente al País Vasco.
Ambiente festivo
El día transcurrió en un ambiente festivo y reivindicativo, con talleres sobre cómo confeccionar redes para el arte del cerco o con una charla coloquio de Pilar Fernández sobre cómo en Escocia los marineros se unieron para salvar su sector. Un ejemplo que la flota gallega quiere emular.
Las portavoces de las mujeres cerqueras, Maite García y Lucía Olveira, son además armadoras. Sus barcos, el Gaviota y el Argote 2, son buenos ejemplos del problema que ha llevado a la flota gallega a acampar ante la Xunta. En el 2013 disfrutaban de 6.000 kilos de cuota de jurel al día, y hoy en día solo tienen 30.000 y 50.000, respectivamente para todo el año. Las cuentas son fáciles, facturan solo 15.000 y 25.000 euros, cifras con las que les es imposible vivir de su trabajo. Ellas lo tienen claro: «No les vamos a permitir que acaben con la flota para favorecer a las empresas de acuicultura», exclama García, que reclama a todo el sector del mar «unión» para «defender» su modo de vida.